Anécdotas de Panamá

Efraim Espino es un pintor tableño, que ha viajado por el mundo con sus obras de arte Hace 30 años reside en Dinamarca. Apuesta por la educación como motor del cambio social y progreso equilibrado en el país..

Doña María, en compañía de su cuñada doña Angélica de Ossa -dice la historia-, confeccionó y cosió la primera Bandera panameña. Otro relato señala que Irene Badillo Rivera, junto a su amiga Águeda, ambas empleadas domésticas, también estuvieron allí; incluso pudieron coser.

Su excepcional proeza no fue producto del azar y requirió enfrentar difíciles obstáculos marcados por el racismo imperante en la época.

Poco era conocido de los apropiados métodos sanitarios y la malaria y la fiebre amarilla eran muy comunes. Los primeros dos años probaron ser los peores en la historia de la empresa, con una tasa de mortandad alrededor del 5%. La nueva construcción en Solarte, descripto como un edificio principal con una anexo, fue inaugurado el 23 de junio de 1900.

‘La fiebre amarilla hizo su invasión en los primeros días de enero de 1863, bajo la forma de una epidemia formidable...’. Anotó, además: ‘La viruela está haciendo estragos en 1863’. El cólera apareció aquí por vez primera en 1849; epidemia que se repitió en 1850, por última vez, según lo expresa el viajero.

A mediados de la década de 1980, un movimiento estudiantil universitario enarboló en la entrada principal del espacio público denominado por la dictadura militar Parque Recreativo Omar, una pancarta con la siguiente inscripción: Parque Héctor Gallego.

Elydia Espinosa habla con pasión de la profesión, pero reconoce que hay problemas en el sector que se deben corregir y para ello la enfermera o el enfermero es un eslabón fundamental.

Los cuidados de enfermería estuvieron en nuestros nosocomios por muchos años, en manos de las hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Este día sigue siendo recordado como un día negro en Panamá.La crisis económica y sociopolítica del país, generada por la mala administración uniformada, dividió al electorado en dos fuerzas polarizadas.

Eran las seis en punto de la tarde del jueves 24 de noviembre de 1949, cuando un exultante Arnulfo Arias Madrid hacía su entrada triunfal en el Palacio de las Garzas, llamado por el comandante de la Policía Nacional, el coronel José Remón Cantera.

El artículo revela un aspecto importante de la ideología de la máxima figura del Panameñismo, muestra su acercamiento al fascismo y confirmaría las simpatías del expresidente panameño con Hitler.

Así quedó el Palacio de las Garzas después de la batalla del 10 de mayo de 1951, que forzó el fin del segundo mandato presidencial de Arnulfo Arias.