14 May
14May

Eugenesia: La propuesta de Arnulfo Arias para mejorar la raza

En agosto de 1934, hace 81 años, en el Boletín Sanitario N.º 3, órgano del Departamento de Sanidad y Beneficencia, apareció un artículo con el título “Eugenesia, el Mejoramiento de la Raza” rubricado por el Dr. Arnulfo Arias, en ese entonces jefe de dicho departamento.

El líder histórico del panameñismo, tres veces presidente de la república y otras tantas veces derrocado, ocupaba ese cargo de Salud durante la presidencia de su hermano, Harmodio Arias Madrid (lo del nepotismo es viejo entre los panameñistas).

El artículo revela un aspecto importante de la ideología de la máxima figura del Panameñismo, muestra su acercamiento al fascismo y confirmaría las simpatías del expresidente panameño con Hitler.

De hecho, en su Constitución de 1941 muchas de estas tesis racistas estaban contenidas. Pero, además, algunas leyes de la república de esta índole ya habían sido aprobadas durante la presidencia de Rodolfo Chiari Robles (1924-1928). Dice Arnulfo Arias:

“Es un hecho demostrado por el censo que la población del Istmo ha aumentado muy poco, como también es un hecho que desde 1903 hasta la fecha la poca inmigración que hemos tenido ha sido casi en su totalidad constituida por razas consideradas indeseables que han obligado a nuestras Asambleas Nacionales a sancionar leyes como la Ley 13 de 1926, Ley 16 de 1927 y la Ley 6ª de 1928, donde quedan prohibidas las inmigraciones de "chinos, japoneses, sirios, turcos, índico-orientales, indio-arios, negros de las Antillas, de las Guayanas, cuyo idioma original no sea el castellano, al territorio de la República".

“Esto indica que un gran sector de nuestro pueblo siente el anhelo de tomar medidas en contra de la degeneración de la raza, o al menos a obstaculizar hasta donde sea posible la entrada al país de razas parasitarias como son las arriba nombradas, que generalmente se dedican al comercio y que tienen un estándar de vida al del hijo del país, haciéndole imposible a éste competir honradamente con aquel”.

Más adelante, Arnulfo Arias se enfoca en los negros y los chinos:

“Por eso vemos con espanto una nube negra de habla inglesa ocupar nuevos barrios de nuestra principal ciudad y extenderse por sus suburbios en Las Sabanas, Pueblo Nuevo, Río Abajo y en cada esquina de nuestras aldeas, pueblos y ciudades una mancha amarilla que ha atestado con sus métodos comerciales de cuartillo y su dieta de arroz y "chop suey" los negocios de las manos los panameños”.

Además, propuso la esterilización:

“Tanto las autoridades como el pueblo miran impasibles esta conquista sin esfuerzo alguno para remediarla. Y es hora de que se adopten medidas prácticas y nos permitimos sugerir que al mismo tiempo que se elimina el elemento indeseable ya sea por repatriación o expulsión se debe extender la esterilización sistemática a aquellos enfermos nuestros de ambos sexos que por su edad y su estado podrían aumentar su familia o establecer una, cuyos miembros, según todas las informaciones, experiencias y probabilidades, serían otros tantos candidatos a reformatorios, hospitales, cárceles y asilos”.

Arnulfo Arias también habló de una “migración deseable”:

“Ya que se necesita ingentes sumas de dinero para sanear un territorio de 87,810 kilómetros cuadrados donde viven apenas 483,780 habitantes y que nuestra propia población no puede multiplicarse lo suficientemente rápido para aumentar en número y calidad, necesitamos urgentemente de una inmigración deseable, idónea que al par que mejore la raza física y mentalmente, le dé empuje necesario en el ramo de la agricultura y de la industria para el progreso que desea obtener el país”.

Concluye Arnulfo Arias:

“Ya es tiempo de que se tomen medidas drásticas al respecto. Es nuestro criterio profesional que como medida de defensa social con miras al mejoramiento de la raza, hay que hacer un esfuerzo en pro de la eugenesia que resulta por lo arriba expuesto imperativa a nuestra nacionalidad; hay que estudiar el problema desapasionadamente, serenamente, con la vista fija en el bienestar de las futuras generaciones y que se acuerde y se realice una solución lo antes posible”.

Arnulfo Arias y la polémica que dejó su pensamiento

Más allá de las consideraciones políticas que obviamente lo colocan dentro de un exclusivo círculo entre los panameños más conocidos y que mayor impacto han tenido en la vida nacional en todos los tiempos, Arnulfo Arias Madrid es tal vez el personaje que más arraigo, por lo controversial, haya tenido en la historia del país.

Arias Madrid es considerado ‘un ícono' de la democracia panameña; nacido en el hogar formado por Antonio Arias y Carmen Madrid en la comunidad de San Juan, en el distrito de Penonomé, provincia de Coclé, creció siendo parte de la élite interiorana de principios del siglo XX.

Estudió medicina en Estados Unidos, se especializó en siquiatría, obstetricia y endocrinología; su andar político comienza tan pronto como en el año 1925, cuando regresó al país.

Seis años después, lideró Acción Comunal, grupo político social que en 1931 derrocó al entonces presidente Florencio Harmodio Arosemena.

En 1936, recibe una notable influencia de las corrientes políticas y sociales europeas de la época, como enviado Extraordinario y Plenipotenciario ante los Gobiernos de Alemania, Francia, Suecia, Dinamarca e Inglaterra.

Tal cercanía, principalmente con Alemania y Francia, marcó un tono extremadamente nacionalista en su discurso y pensamiento político; ideas con las que ya estaba identificado hacia el año 1934, cuando fungía como jefe del Departamento de Sanidad y Beneficencia.

CONTROVERSIA

Arias Madrid siempre expresó sus pensamientos sin tapujos. Tal postura le hizo ganar adeptos, pero también un número plural de enemigos en lo político y lo social.

Una de estas posturas fue la de su abierta oposición a los Estados Unidos en 1940, en su primer mandato presidencial.

Ponderó el perfeccionamiento de la democracia panameña, mediante lo que denominó ‘Doctrina Panameñista', presentó una nueva Constitución y mantuvo un respaldo bastante abierto a las llamadas ‘Potencias del Eje', con Alemania y la posición de Adolfo Hitler a la cabeza, junto con el imperio japonés e Italia. Y claro, Estados Unidos veía peligro en estas posiciones.

Los tiempos han cambiado, pero no necesariamente podemos afirmar que estos sentimientos racistas hayan desaparecido de la clase dominante y de sectores sociales influidos por los medios y los grupos de poder económico y político.

Muchas personas siguen siendo proclives a esta ideología, tal como se ha demostrado en el debate sobre el llamado Crisol de Razas o la carga de odio.

Esperamos que la eugenesia no sea retrotraída dentro de sus políticas retrógradas por el elitista del gobierno actaual.

Para quiénes aseguran que el partido Panameñista ha cambiado y que ya no se le puede comparar con la ideología arnulfista, en sus estatutos vigentes señala:

Artículo 2.- El Partido Panameñista reconoce como fuente de su ideología, las enseñanzas del Dr. ARNULFO ARIAS MADRID, quien nació en Penonomé el 15 de agosto de 1901 y murió el 10 de agosto de 1988.

La génesis del Partido tiene lugar en la heroica gesta del 2 de enero de 1931 llevada a cabo por Acción Comunal y en la Doctrina Panameñista tal cual fue expuesta en diciembre de 1939 por el Dr. ARNULFO ARIAS MADRID a su regreso de Europa cumpliendo misiones diplomáticas y a lo largo de su vida. Desde entonces y de manera ascendente, el propósito de reivindicar las mayorías irredentas de la Patria en sus justas aspiraciones es parte del ideario auténticamente Panameñista, nacionalista, de justicia social y que se resume en el lema “POR UN PANAMA MEJOR”.

La heroica gesta fue un golpe de Estado. Y el viaje diplomático a Europa surge porque el doctor Arias, según Wikipedia, fue nombrado Enviado Extraordinario y ministro plenipotenciario de Panamá ante varios países, con cuyos Gobiernos se reunió. Uno de ellos fue Alemania (en esa época estaba Hitler en el poder, así que es el Gobierno de este el que lo recibe).

De acuerdo a un artículo del diario español El País de 1984:

“El primer golpe del que fue víctima, en 1941, estuvo directamente relacionado con su autorización para que la flota nazi cruzara el canal de Panamá, lo que molestó profundamente a Estados Unidos, que se preparaba entonces para intervenir en la Segunda Guerra Mundial. Los comentaristas más imparciales consideran que la relación de Arias con el nazismo no pasó, en todo caso, del encanto temporal que esta ideología le causó cuando era embajador en Alemania”.

A Arnulfo Arias se le endosa la frase aquella que dice que “la historia se repite en espiral”. Con esta creciente ola de xenofobia, intolerancia, exclusión, cacería de brujas, de ataque a luchadores sociales, de censura en los medios a voceros de las organizaciones populares, de intentos de uniformar a la opinión pública, de inquisición, de un Instituto Nacional convertido en cuartel o prisión, y discriminación de todo tipo que hemos experimentado en los últimos tiempos, rayando en ocasiones en posiciones fascistoides, no debemos descuidarnos.

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