El comandante del ejército de Panamá, un país vital para los intereses de Estados Unidos en América Latina, está ampliamente involucrado en actividades ilícitas de lavado de dinero y drogas y ha proporcionado armas a un grupo guerrillero latinoamericano, según la evidencia recabada por las agencias de inteligencia estadounidenses.
Sobre el origen del nombre hay diversas versiones. Una de ellas es que a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, al llegar sus primeros pobladores —la mayoría provenientes de familias chameras como los Quintana, Herrera, Ramón y Calvo— el lugar estaba cubierto de bejucos por su extensas llanuras que eran utilizadas para el traslado de personas y mercaderías hacia la ciudad de Panamá.
Algunos datos Históricos hablan del Convento de San Vicente de Bique, donde un grupo de monjes se daban a la tarea de almancenar y moler los granos que llegaban desde las Colonias de América del Sur y que luego de procesados eran transportados a la antigua Ciudad de Panamá y posteriormente también a la antigua ciudad Amurallada, hoy conocida como Casco Viejo.
Durante los años de la dictadura militar que se inicia con el golpe de Estado en octubre de 1968, el sentimiento nacional contra el militarismo, o el control absoluto de los militares de las estructuras de Gobierno, venía manifestándose abierta y públicamente por la gran cantidad de ciudadanos de conciencia civilista de los diferentes sectores nacionales.