14 May
14May

10 de mayo de 1989, un día oscuro, de muerte y de represión

Este día sigue siendo recordado como un día negro en Panamá.

La crisis económica y sociopolítica del país, generada por la mala administración uniformada, dividió al electorado en dos fuerzas polarizadas.

Por un lado, el Partido Revolucionario Democrático junto a otros colectivos, respondían a los intereses de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP), lideradas por el entonces general Manuel Antonio Noriega.

Mientras que el grupo opositor se aglutinaba en la Alinaza Democrática de Oposición Civilista (ADOC).

Este bloque fue organizado por empresarios, dueños de medios y grupos de la sociedad civil, que apoyaron la cadidatura presidencial del abogado Guillermo Endara Galimani, Ricardo Arias Calderón y Guillermo 'Billy' Ford.

Llegado el 7 de mayo, día las elecciones generales, la gente salió a votar en masa y aunque los militares negaron la derrota, el 64% del electorado rechazó al contendiente oficialista Carlos Duque Jaén.

Tres días posterior al escrutinio, el 10 de mayo, el Tribunal Electoral (TE) anuló el resultado de los comisios, alegando fraude.

Esa decisión provocó protestas a nivel nacional, pero en la capital la ADOC se concentró en el icónico parque Santa Ana alrededor de las 3:00 de la tarde.


Sin embargo, Noriega ordenó a todo su séquito acudir a Santa Ana a emboscar a los civilistas.

Entonces se dio una batalla campal y de represión que dio la vuelta al mundo. Los Batallones de la Dignidad, que actuaban como un grupo paramilitar, propinaron una paliza a sus contrarios.

Incluso, la terna civilista (Endara, Calderón y Ford) fue brutalmente golpeada. Las imágenes de batalloneros arremetiendo con barras de hierro contra los civilistas, desató las críticas a nivel internacional de un régimen que agonizaba.

La imagen de 'Billy' Ford, con una guayabera ensangrentada, fue captada y televisada. Las revistas Time y News Week aprovecharon la escena para que el Gobierno de los Estados Unidos hiciera propaganda contra los desmanes de la milicia istmeña.

Ese mismo 10 de mayo, falleció uno de los guardaespaldas de Ford, que fue herido de bala por un batallonero.

La jornada de violencia se extendió por varios días; otros incidentes lograron que George Bush padre, presidente de Estados Unidos, utilizara su fuerza contra el país que ya había sido ultrajado por Noriega y sus compinches, culminado con la invasión del 20 de diciembre de 1989.

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