La pollera, obra de extraordinaria belleza producto del trabajo de modistas, artesanas y orfebres, es considerada como el traje FEMENINO nacional de Panamá. Un vestido que está amenazado por las exageraciones de quienes, ajenos a la tradición, crean diseños poco tradicionales, enormes piezas de orfebrería y hasta materiales hechos masivamente.
La primera casa de esa zona perteneció a la familia Lambert, quienes compraron las llanuras del volcán al gobierno colombiano por la suma de seis mil pesos, en el texto redactado en la Revista Bugaba centenaria no se menciona un año específico sobre esa compra, pero repasando la historia, Panamá perteneció a la Gran Colombia entre los años 1821 y 1903, 82 años.
El historiador Mario Molina en su libro La tragedia del Color en el Panamá Colonial (2011) indica que la primera costurera de polleras de quien se tiene noticia en Panamá se llamó Juana Criolla. Era una MUJER DE COLOR, esclava, niña costurera de 16 años, cuyo valor fue tasado en 600 pesos, un valor muy alto para una esclava.