Lo que hoy conocemos como la industria hotelera, se dio gracias a la evolución sociocultural de la humanidad, que influyo de una forma directa en la forma de consumir (patrones de consumo) y a medida que la ciencia, los adelantos médicos y sanitarios, del transporte y de las comunicaciones dejaron su marca en el mundo, desarrollaron la industria de la hospitalidad.
Es, sin duda, uno de los sucesos más estudiados de la historia panameña. De él se desprenden varios aspectos de interés, pues no solo fue la primera gran demostración del poder insurreccional de las masas citadinas sino, también, un claro ejemplo de cómo la falta de comprensión y mal manejo de los problemas puede terminar en derramamientos de sangre y avergonzar a las futuras generaciones.
Luego de la destrucción de Panamá La Vieja en 1671, se traslada la ciudad hacia la península de Ancón, en 1673, asentándose dos grupos, uno en lo que hoy es San Felipe que era la gente pudiente (intramuros); y la otra en la parte norte que es Santa Ana, donde vivían los trabajadores pobres que solo podían entrar a lo que hoy es San Felipe, con la luz del sol.