El traje nacional sin una ley que lo legitime
En Panamá existe un sinnúmero de importantísimas leyes que protegen el patrimonio histórico de la nación. Se trata de bienes tangibles como iglesias, edificios, plazas que jugaron un papel importante en la historia del país.
En el caso del folklore el caso es diferente. Están protegidos los festivales, fiestas y alguna que otra manifestación del vernáculo.
Panamá tiene diversas manifestaciones folklóricas, pero ninguna está inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Mundial Inmaterial de la UNESCO.
La pollera, obra de extraordinaria belleza producto del trabajo de modistas, artesanas y orfebres, es considerada como el traje FEMENINO nacional de Panamá. Un vestido que está amenazado por las exageraciones de quienes, ajenos a la tradición, crean diseños poco tradicionales, enormes piezas de orfebrería y hasta materiales hechos masivamente.
Ellos no son los únicos culpables. Muchas mujeres en un afán por sobresalir ante las demás, confeccionan polleras multicolores con diseños inverosímiles y un joyero que supera la cantidad tradicional, al repetir las cadenas y cordones una y otra vez.
La pollera no solo no está protegida de estos excesos, sino que no existe una ley de la república que la reconozca como el traje femenino nacional de Panamá.
Se ha consultado diversas normas en la jurisprudencia panameña y a más de 20 folkloristas, quienes no pudieron señalar una ley que declare a la pollera como traje nacional.
Se encontró que la Ley No. 50 de 1961 señala en su parte considerativa que ‘considerando que la pollera es el traje típico nacional' y que el acuerdo municipal No. 15 de 16 de julio de 1957 declara el 22 de julio de cada año como Día de la Pollera. Esta Ley considera, es decir, da como un hecho que es el vestido nacional, pero no la declara como tal.
Por ello, urge una ley que declare a la pollera, en cualesquiera de sus variantes regionales, como el traje femenino nacional de Panamá. Esta es una deuda con la historia y la cultura nacional que debe ser subsanada.
Esta ley debe establecer que la Pollera, el Traje Femenino Nacional de Panamá, es una expresión de la identidad panameña que confiere a los que la diseñan, realizan y utilizan, un sentido de identidad que se ha transmitido de generación en generación.
La confección y uso de la pollera pertenece al imaginario popular. El ataviarse es un ritual tradicional en la vida de miles de panameñas de todas las edades.
Una ley también debe fomentar el respeto a la creatividad de quienes la diseñan y confeccionan. Su valor estético y sus diseños la llevan a ser considerada como una de las principales manifestaciones de la identidad panameña.
Un articulado sencillo y simple como el siguiente en que la Asamblea de Diputados decretaría:
Artículo 1: Declárase a la pollera, en cualquiera de sus variantes regionales, traje femenino nacional por ser representativa de la nación panameña desde la época colonial.
Artículo 2: El Instituto Nacional de Cultura, el Ministerio de Educación y la Autoridad del Turismo de Panamá y las respectivas alcaldías serán las entidades responsables de la conservación, promoción, divulgación y reconocimiento de la pollera como traje nacional de Panamá.
Artículo 3: Esta Ley entrará en vigencia a partir de su promulgación.
Una vez promulgada la ley debe elaborarse un decreto que la reglamente. Ante la impresionante obra de arte que es la pollera y sus aderezos se hace imperativa, la labor docente, en manos de verdaderos expertos, que recomienden cómo vestir el traje nacional como lo marca la TRADICIÓN, evitando los excesos de adornos.