Locales del ayer..
Café Coca Cola
Originalmente el restaurante tenía nueve entradas y aunque en la actualidad solo funcionan dos, el Café Coca Cola sigue recibiendo comensales, como lo ha hecho desde las postrimerías del siglo XIX cuando apareció para permanecer como sitio emblemático entre las calles 11 y 12, en Santa Ana.
Apesar de los años la administración solo ha hecho leves cambios a las instalaciones del longevo café citadino, pero aún utilizan las mesas de madera cubiertas con fórmica y taburetes, lo que le da un toque de la campiña panameña.
El nombre de este restaurante es el homínimo de una de las bebidas más famosas del planeta. Se inauguró a finales del siglo XIX por un español de segunda generación llamado Faustino. En un principio el lugar era un pequeño cafetín, y no fue hasta 1906 cuando la transnacional de refrescos Coca Cola llegó a Panamá, y al restaurante se le coloca el nombre de Café Coca Cola, el cual mantiene hasta la fecha.
Sus estructuras fueron cómplices y testigos de la formación de complots, de frecuentes reuniones políticas, del nacimiento de amores jóvenes y de la inspiración para la creación de versos. Prueba de esto es que el dirigente del Movimiento de Unidad Revolucionaria (MUR), Heliodoro Portugal, fue retenido el 14 de mayo de 1970 por cuatro agentes del G-2, justo cuando abandonaba el Café del Coca Cola. Ha alimentado a los visitantes famosos como el Che Guevara, Pablo Neruda, Gaspar O. Hernández, entre ortros.
Sus paredes no pueden hablar, pero si lo hicieran, tendrían mucho que contar sobre la historia republicana, ya que es de los pocos comercios del país que ha estado vigente en parte de al menos tres siglos.
Bazar Frances
La historia de la tienda se remonta a 1835, durante los momentos en que Colombia aún era conocida como Nueva Granada. Los propietarios eran los señores Lefevre Rousse y Mr. Rousse , que originalmente había dedicado a la importación de mercancías procedentes de Frances, de ahí el nombre de la tienda.
Cuando en 1858, los dos hombres decidieron retirarse, trajeron de Francia, el sobrino del señor Lefevre, Maximo Heurtemate. El Sr. Heurtemate resultó ser una gran adición a la firma. A su llegada, de inmediato se dió a conocer como un gran trabajador, con una gran visión comercial y de marketing y con un talento para tratar con los clientes. Su honestidad se convirtió en leyenda.
Poco después, sus jefes le vendieron el negocio, que procedió a ampliar con oficinas en Colón, y en Colombia, incluyendo la compra y venta de plata y oro. Con el tiempo, la empresa se convirtió en la ciudad de Panamá como una tienda especializada de mercancías procedentes de Francia. El nieto del señor Maximo Huertemate, Roberto Heurtemate se convirtió en la luz de guía de la empresa generando grandes cambios que culminaron en la nueva ubicación y de instalaciones modernas. El nuevo edificio fue construido en un terreno frente a la Plaza de Santa Ana. El 14 de septiembre de 1935, la inauguración de la nueva tienda por departamentos, Bazar Frances, con su moderno establecimiento se llevó a cabo en el corazón de la Ciudad de Panamá.
La tienda era muy amplia y tenía grandes ventanas hacia la Avenida Central. Al comprar cualquier artículo de cualquier tipo se podría estar seguro de que dicho artículo era de la mejor calidad y con el respaldo de la fama bien conocida del Bazar Francés. La sastrería del Bazar hizo los mejores trajes y vestidos de la ciudad para la sociedad panameña. Y para servir a la distinguida clientela de la mejor manera, la tienda se divide en departamentos especializados en sedas, perfumes, zapatos, ropa de caballero, vestidos de las mujeres, etc.
Farmacia de antaño con estilo frances
El edificio en la esquina, al que apenas se le nota que fue de color amarillo, es donde fue inaugurada la antigua Farmacia Central, en planta baja, en el año 1881. Parece que esta planta fue destinada para este tipo de negocio, en la década del 80 del siglo pasado todavía había una farmacia conocida por el nombre de Preciado.
El edificio fue construido en la época del proyecto francés para construir el canal, en ese momento Panamá era parte de Nueva Granada (actualmente Colombia). La mayoría de los edificios construidos en ese periodo tienen influencia de la arquitectura francesa.
Algo que distingue a estos edificios es la mansarda. Una ventana sobre el tejado dedicada a iluminar y ventilar el desván de la casa en la fachada del edificio. El término proviene del francés mansarde. Este tipo de construcción permite un espacio adicional y utilizable en el área del techo.
Al pasear por el Casco Antiguo y Santa Ana observa los techos, si tienen mansardas es muy probable que fueran construidos en los años en que los franceses intentaron construir el canal.
Un anuncio publicado en 1881 nos revela la variedad de productos que vendía la farmacia, muy cercano a las cadenas de farmacias actuales: “Farmacia Central. Establecida en 1881. Carrera Bolívar. Panamá. En este establecimiento se encuentra siempre un surtido completo de productos químicos, medicamentos de patente, perfumes, barnices, pinturas y todo lo relacionado con el ramo. Se dedica especial atención a la preparación de las recetas, las que son siempre elaboradas por farmacéuticos competentes. Tiene despacho de soda helada. Desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche. Manuel Espinosa B., Propietario”.
Cabe mencionar otros locales que formaron parte de la historia de Panamá, tales como: Bazar Español, El Corte Inglés, Almacén Imperial, la Farmacia Ruíz, Farmacia Internacional, Café Durán, Casa Japonesa, Sedería La Luna, Bazar Madrid y Zapatería La Aurora