El campesino panameño aprovecha los recursos naturales que encuentra a su alrededor. Tal es el caso de varias plantas cuyas propiedades medicinales las han hecho formar parte del patrimonio cultural de Panamá. En este reportaje hablaremos sobre dos de estas plantas.
La primera de ellas es el mastranto, un arbusto de tallos largos y delgados con hojas pequeñas y dentadas. El mastranto, cuyo nombre científico es Salvia scutellarioides, está emparentado con la menta y se piensa que es originario de la región andina.
El té de mastranto es muy fácil de hacer. Simplemente, se toman varias hojas, se las lava, y se las sumerge en agua hirviendo por varios minutos. Transcurrido este tiempo, tanto el color verde del agua como el agradable olor al té, nos indican que ya la bebida está lista.
El principal uso del té de mastranto es la regulación del sistema digestivo, pues es bueno para muchos problemas gástricos, causando un alivio inmediato de los dolores estomacales. También se considera que ayuda a las personas hipertensas y que posee efectos diuréticos.
Otro té muy tradicional en Panamá es el té de hierba de limón. Esta planta tiene apariencia de maleza y posee hojas muy largas y delgadas. Al cortarse, las hojas despiden un olor muy agradable, parecido al de los cítricos. Por ello se le denomina hierba de limón o limoncillo. Existen varias especies de esta hierba que reciben el mismo nombre y que tienen propiedades similares, pero todas pertenecen al género Cymbopogon. Se piensa que la hierba de limón es originaria de La India y del sureste asiático.
Para preparar el té de hierba de limón, se toman varias hojas y se hace un manojo amarrándolas para que quepan en la olla en donde se va a hervir el agua. Apenas se coloca el manojo en el agua, se siente el agradable olor a hierba de limón. Transcurridos unos minutos, el té está listo para consumir, aunque lo tradicional en Panamá es que se le añada leche.
Al té de hierba de limón se le adjudican diversos efectos terapéuticos, tales como la desintoxicación del hígado y del páncreas, y la regulación de la presión arterial. También se dice que ayuda a controlar el estrés y que posiblemente tenga efectos para combatir las células cancerosas.
Adicionalmente, mucha gente asocia el té de hierba de limón con los velorios, entierros, novenarios y demás tradiciones funerarias en El Interior, pues es costumbre ofrecerlo a las personas que van a los rezos de difunto a acompañar a la familia del fallecido.
Tanto el té de mastranto como el té de hierba de limón, son deliciosas bebidas que forman parte del patrimonio cultural de Panamá, por lo que es importante conocerlas y apreciarlas, de manera que podamos preservarlas
para las nuevas generaciones de panameños como parte de nuestra herencia e identidad.
Fuente: Folklore. Panamatipico.com