Pedro "El Rockero" Alcázar (16 de septiembre de 1975 - 23 de junio de 2002) fue un boxeador panameño que ganador del campeonato Super Mosca de la Organización Mundial de Boxeo (WBO), que falleció luego de recibir lesiones mortales.
Fue protegido de Roberto Durán.
Perdió su título ante Fernando Montiel en Las Vegas, Nevada, el 22 de junio de 2002. Inmediatamente después de la pelea, Alcázar fue declarado sano por los médicos, sin signos visibles de cualquier trauma.
Al día siguiente de la pelea se encontraba en la habitación de su hotel preparándose para volar de vuelta a Panamá, cuando se derrumbó. Fue llevado al hospital, donde murió.
Esta fue la primera vez en la historia del boxeo, que un boxeador se han derrumbado tanto tiempo después del final de una pelea. Las autoridades del boxeo han examinado las pruebas médicas obligatorias para los boxeadores hasta 48 horas después de que termina una pelea.
Ya existe preocupación tras el caso Michael Watson, que en el Reino Unido se estableció el principio de que las autoridades tienen una gran responsabilidad por la salud y la seguridad de los boxeadores (y los espectadores también).
La muerte de Alcázar toma de relieve la forma en la que puede tomar un largo tiempo antes de potencialmente amenazantes lesiones afecten la vida de un boxeados sin presentarse síntomas.
La muerte del boxeador se produjo apenas 36 horas después que hubiera perdido por fuera de combate el título Súper Mosca de la Organización Mundial de Boxeo ante el mexicano Fernando Montiel en un combate disputado en el "MGM Grand Casino" de la ciudad de las Vegas.
Información proporcionada por el Departamento de Policía de la ciudad indica que la muerte del boxeador se registró alrededor de las 06:00 horas cuando éste se encontraba todavía en la habitación del hotel.
Alcazar, que se preparaba para tomar el avión de regreso a Panamá, sufrió un repentino colapso cuando se encontraba en la regadera.
Flip Homansky, miembro de la Comisión Atlética del estado de Nevada, y quien atendió al boxeador, informó que el cuerpo de Alcazar no presentaba signos de haber sufrido alguna herida a excepción de los golpes que recibió durante la pelea.
"Por alguna razón tenía inflamado el cerebro", comentó el especialista, quien expresó su sorpresa por el trágico deceso.
"Esto ha sido una total sorpresa, todavía no estamos seguros de lo que pasó, aunque no podemos ignorar que Alcazar era un boxeador profesional y que el sábado tuvo una pelea por el título".
Alcazar, de 26 años de edad, y cuya pelea fue detenida en el sexto asalto, fue examinado por los médicos cuando se encontraba todavía en el cuadrilátero y poco más tarde en los vestuarios.
Los médicos que lo atendieron no encontraron nada irregular, por lo que no recomendaron su traslado a un hospital para una revisión mayor como frecuentemente ocurre en estos casos.
"Nunca había visto algo así", comentó Homansky. "En mi conocimiento nunca había ocurrido algo similar, sobre todo después de tanto tiempo de ocurrida la pelea".
El especialista comentó que un día después del combate, el domingo, Alcazar "se sentía bien" y que incluso dedicó parte del tiempo para tomar un paseo turístico y poco más tarde, en compañía de los integrantes de su equipo, acudió a presenciar un espectáculo.
"Cerca de las seis de la tarde sufrió un ligero dolor de cabeza y tomó una "Tylenol", pero no presentó ningún otro síntoma", comentó Homansky.
Homanski comentó que después de la pelea Alcazar lloró cuando se encontraba todavía en el ring por la derrota, pero que nunca mostró indicios de que hubiera sufrido un daño cerebral.
"Alcazar fue inmediatamente examinado por la doctora Margaret Goodman, que tiene una especialidad en Neurología, y poco más tarde en los vestuarios por el doctor William Berliner, especialista en medicina deportiva y ellos no encontraron ningún síntoma que mostrara algo fuera de lo normal".
"Una noche antes cinco boxeadores que habían tenido también una pelea en el casino fueron trasladados a un hospital solo por precaución para realizarles un chequeo más profundo, pero en este caso los médicos no creyeron que fuese necesario".
Homansky reiteró que técnicamente "no había ningún indicio de que algo se encontrara mal", y que de haberlo percibido se habría recomendado su traslado al hospital.
El púgil panameño, hijo único, inició su carrera en el mundo del boxeo a la edad de 10 años y poco más tarde ganó los Guantes de Oro así como la Medalla de Oro en los Juegos Centroamericanos.