María Olimpia de Obaldía
Nació en Dolega provincia de Chiriquí, el 9 de septiembre de 1891. Su infancia se vio ensombrecida en 1899 al estallar la Guerra de los Mil Días entre liberales y conservadores. Su padre, Manuel del Rosario Miranda, fue jefe del batallón Dolega y en presencia de la pequeña María Olimpia los liberales saquearon su casa y exterminaron el ganado vacuno y equino de la finca.
Esta fue sin duda una época difícil. Su, madre Felipa Rovira, se encargó del cuidado y el mantenimiento de la familia, asumiendo las labores propias del hogar y las agrícolas. Tiempo después esta mujer moriría de disentería.
Al llegar la paz, María Olimpia regresa a Dolega con su padre Manuel y asiste a la escuela de David. Desde muy joven empezó a escribir y es así como Eusebio A. Morales, impresionando con sus dotes de poeta, le otorgó una beca.
En 1909 se traslado ala ciudad de Panamá para estudiar en la Escuela Normal de Institutoras. Desde 1913 hasta 1918 trabajó como maestra en las escuela rurales de Dolega y Boquete. En 1918 se caso con José de Obaldía y tuvo cinco hijos e hijas.
Su poema Ñatore May
“¿Comuniyo?”, pregunto
a la inda macilenta que en pos
de su hombre adusto
marcha con lento andar
“Ñatore may”, contesta sin levantar los ojos
—Tan solo mira el polvo,
remedo de su faz.
Ñatore … Y la doblega
la mochila a la espalda
y la agobia la curva
de su misión fatal…
Y su hijo cuando nazca
acaso muere inerme,
que solo puede darle
el jugo maternal.
Su leche, macerada
por golpes del marido;
caldeaba por la piedra
en donde muele el pan;
mezclada con fermentos
de incognitos rencores,
de anhelo subconscientes
inmensos como mar…
En este poema María Olimpia denuncia la pobreza, el maltrato, la injusticia, pero sobre todo la resignación de la mujer indígena que entre sus sacrificios y sufrimientos contesta siempre “Ñatore may” que significa en lengua ngäbe bugle, “muy bien, gracias”.
Marta Lucia Moncada afirma que “María Olimpia le da voz a los grupos étnicos que otros autores deciden obviar, no saben como manejar, o deciden representar como mito… En Ñatore May por ejemplo, describe y denuncia que los indios siguen pobres, alienados y sin tierras, y que las mujeres aun se sienten obligadas a decir ‘estoy bien’ a pesar del cansancio, del abuso y del peso innecesario que la sociedad hace cargar sobre sus hombros”.
Sin, embargo. la obra de María Olimpia, que fue muy prolija, y que desarrolló desde tempana edad, no puede definirse como denuncia, sino una obra que habla de la cotidianidad, de la naturaleza y de la vida. La mujer fue el centro de atención para ella, tal vez fue el reflejo y la expresión de vivencias fuertes y difíciles desde su temprana infancia.
La Escritora
Dentro de su obra encontramos poemas que celebran la patria, en especial en Visiones eternas, escrito en 1953 en conmemoración del 50 aniversario de la separación de Panamá de Colombia, sin embargo no salió a la luz hasta 1961.
María Olimpia de Obaldía ejerció como escritora, tal vez este sea uno de los rasgos más interesantes de su vida. En 1951 fue nombrada Académica de Número de la Academia Panameña de la Lengua, honor jamás hasta entonces otorgado a una mujer en el mundo.
Por otra parte, mantuvo contacto y correspondencia con las más importantes y destacadas poetas del Sur como fueron Gabriela Mistral, Delmira Agustini, Alfonsina Storni y Juana de Ibarbourou. Esta ultima, en julio de 1962, desde Montevideo, le escribe sobre el libro Visiones Eternas: “Mi ilustre amiga: ¡Cómo me ha conmovido el recuerdo de la dulce y victoriosa ‘alondra chiricana’, luz de patria. Qué mejor ofrenda podría hacerle a su país, en el histórico aniversario, que este libro (tan emocionada y hermosamente prologado por Octavio Méndez Pereira) que es el más rico exvoto que pudiera dejarse ante el ara de un país lleno de tradiciones y en marcha de triunfo hacia el futuro! ¡Qué lleno de sentimientos profundos, de dominio poético, de buen gusto y gracia en su canto, María Olimpia”!
La Feminista
De acuerdo con Yolanda Marco, en su libro Mujeres que cambiaron nuestra historia, “Consecuente con su pensar y sentir, María Olimpia siempre estuvo apoyando al movimiento feminista panameño. Desde los tiempos del Grupo Feminista Renovación, en 1922, y en las dos décadas de existencia del Partido Nacional Feminista, la poeta chiricana colaboró y milito en estas organizaciones. Varios de sus poemas fueron publicados en Orientación Feminista: la mejor forma en la que podía colaborar una poeta con la causa de Clara González y sus compañeras”.
Su militancia la llevo hacer electa como suplente de Esther Neira de Calvo en las elecciones de la Asamblea constituyente de 1945, por la Liga Patriótica Femenina.
Su obra está compuesta por la siguientes obras: Crepuscular (1913) que fue publicada en su primer libro Orquídeas (1926); Breviario Lírico, su segundo libro; Parnaso infantil (1948) y su ultimo libro Visiones Eternas (1961). El Club Kiwanis edito sus obras completas en un libro con el titulo de Poesías.
La obra de María Olimpia esta llena de tradición, emoción, belleza, naturaleza y amor a la patria. Sería este un buen momento, cuando celebramos el Centenario de la República, para recuperar unos versos que ella canto a esta tierra hace 50 años. Sería un buen regalo para esta generación y las futuras.