28 Aug
28Aug

Los secretos de Panamá la Vieja

La Virgen de oro de Panamá

TESOROS OCULTOS EN PANAMÁ VIEJO...REALIDAD O FANTASIA??

La ciudad de Panamá guarda una curiosa historia relacionada con una estatua de oro que representaría a la Virgen y que estaría realizada a tamaño real. Sabemos esto por el hallazgo que realizó después de la Primera Guerra Mundial el buscador de tesoros George Williams de una bola de oro macizo de unos dieciocho centímetros de diámetro y que estaría sustentada por la mano de la Virgen. Explicaré lo que conozco de esta fascinante tesoro.

La antigua ciudad de Panamá fue un centro importantísimo para el imperio español, ya que desde esta ciudad se inició la conquista de Perú y se convirtió en un gran centro de tránsito para los cargamentos de oro y plata que se enviaban a España, todo ello durante el Siglo XVI. Es normal, pues, que fuera también objeto de codicia, siendo continuos los asedios de piratas y corsarios, el más virulento de los cuales fue el producido por el pirata inglés Henry Morgan ya en el Siglo XVII, quien con una banda de 1.400 hombres atacaron y saquearon la ciudad a costa de un gran precio, ya que el Capitán General Juan Pérez de Guzmán ordenó que volaran todos los depósitos de pólvora de la ciudad, lo cual provocó el incendio que destruyó casi en su totalidad a la antigua Panamá. La ciudad fue reconstruida en 1673 por Antonio Fernández de Córdoba en el Casco Antiguo.

Aunque el botín conseguido por Morgan y su banda fue cuantioso, ya que parece ser que cuando abandonaron la ciudad se llevaron consigo ciento setenta y cinco mulas cargadas con objetos valiosos de oro y plata, en realidad eso no era más que una ínfima parte del verdadero tesoro que se guardaba en la ciudad de Panamá.

Al parecer, se habían dispuesto con muchos años de antelación un sistema subterráneo de corredores y pasadizos cuyo fin era el de ocultar los objetos de gran valor que hubiera en la ciudad si esta corriese un gran peligro de ser tomada. Unos cuantos oficiales españoles estaban al cuidado y vigilancia de los mismos, y en caso de captura de la ciudad, un estudiado mecanismo permitía inundar los corredores subterráneos en su totalidad, siendo ese mismo mecanismo el que permitiría, seguramente debido a que la red de canales subterráneos estuvieran trazados en un plano inclinado, la salida del agua por algún conducto hasta la total desecación de esos pasadizos anegados una vez la ciudad estuviera segura. Y ahí se ocultó el grueso del tesoro durante el feroz ataque de Morgan y su banda.

Sin embargo con la destrucción de la ciudad y su posterior abandono, la naturaleza empezó a cubrirlo todo, ocupando antiguas calles, ruinas, patios, … Las raíces de los árboles empezaron a enzarzarse con las piedras de las ruinas y fueron introduciéndose por sótanos, túneles y desconocidos pasadizos hasta que todo quedó cubierto por vegetación, cayendo en el olvido.

Hasta que después de la Primera Guerra Mundial, un plano de los túneles llegó a manos del buscador de tesoros George Williams, quien gracias a ese plano y la tecnología de principios del Siglo XX consiguió encontrar, tras varias búsquedas, varios jarrones de oro y plata, varias espadas recomidas por la herrumbe, cinco esqueletos humanos, una caja de oro de 38 centímetros de diámetro, varias mitras también de oro, y la bola de oro macizo de unos 18 centímetros de diámetro que sustentaba la fabulosa Virgen de tamaño real que sigue descansando oculta en los túneles de la antigua ciudad de Panamá acompañada de innumerables objetos de oro, plata y piedras preciosas.

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