PANAMÁ ES UN PAÍS RICO en leyendas, mitos y tradiciones que se han ido transmitiendo por vía oral desde épocas inmemoriales. Su origen no es muy claro, pero la mayoría ocurre en los pueblos y campos más apartados del interior del país.
La Semana Santa, como época cargada de solemnidad y respeto, está rodeada de un buen cúmulo de tradiciones y leyendas. Es cierto que cada vez es menos frecuente que la gente las crea o las siga «al pie de la letra», pero cada año, cuando se acerca señalada fecha, el viento las sigue trayendo a la memoria del panameño.
Árboles que sangran
El Viernes Santo es un día con mucho poder, por lo que la mayoría de las tradiciones y creencias de Semana Santa se desarrollan este día. Una muy popular dice que si a mediodía del Viernes Santo, sin mediar palabra con nadie, se corta el tallo de un árbol llamado coquillo, este sangrará. El objeto de este corte es colectar en un frasco con tapa la savia color rojizo y utilizarla más adelante cuando alguien tenga dolor de muela o de oído. ¡Santo remedio!
El penitente de la otra vida
Cuenta la leyenda que durante la procesión de Viernes Santo, a la cola de penitentes, devotos y curiosos, aparece una enigmática figura que camina en solitario, cargando un calvario. Una vez que la procesión toca su fin y el anda ingresa a la iglesia, en lugar de entrar como el resto de congregados, la figura toma el camino del cementerio donde se desvanece misteriosamente. Los que lo han visto dicen que se trata de un alma en pena que no logró cumplir en vida su promesa y a quien Dios le permitió saldar su deuda de esta manera para disfrutar del eterno descanso.
(Un calvario es un artilugio formado por múltiples cruces de madera superpuestas, que se coloca sobre los hombros del penitente y se ata a sus brazos, forzando una posición incómoda en la que debe permanecer durante toda la procesión para cumplir con su manda)
El árbol santo de Río de Jesús
En la comunidad de La Trinidad, distrito de Río de Jesús, provincia de Veraguas, existe un árbol de granadillo, al que muchos llaman el «palo santo» o «árbol del paraíso» debido a las propiedades curativas y hasta milagrosas que se atribuyen a sus flores. De acuerdo con la sabiduría popular, la floración de este árbol se da únicamente en Semana Santa, por lo que muchísima gente se esfuerza por llegar hasta allí durante la noche del Jueves Santo para encender velas, hacer oraciones y recolectar los pétalos de estas curiosas flores que abren a medianoche y que antes de que amanezca el Viernes Santo se han desprendido por completo del árbol. De color morado litúrgico y con un olor intenso similar al del incienso, estas flores son muy buscadas para ser convertidas en milagrosas medicinas.
¿No da frutos?, ¡dale rejo!
Cuentan los entendidos que si en casa se tiene un árbol frutal que nunca ha parido, el remedio es levantarse a medianoche del Viernes Santo, salir sin hablar con nadie y darle rejo parejo (golpearlo); si es con una rama de calabazo, mejor aún. Así se ‘garantiza’ que el árbol se torne frondoso y dé una recolección abundante. Eso sí, para que el ritual funcione, el encargado de dar la rejera debe ser alguien que tenga hijos.
Bañarse en el río o a la playa durante el Viernes Santo… ¡no lo creo!
Una de las leyendas más conocidas de la Semana Santa panameña advierte que bañarse en un río o playa el día que se conmemora la muerte de Cristo es más que peligroso, pues se corre el riesgo de convertirse en pez o de que el agua se convierta en sangre.
Trepar árboles
No solo bañarse en fuentes naturales es peligroso, sino que también lo es relacionarse muy de cerca con la naturaleza, ya que si el Viernes Santo te encuentra subido a un árbol, corres el riesgo de empezar a actuar o incluso de convertirte en un mono. Así es que para evitar la ventura de volver a parecernos a nuestros antepasados primates, lo mejor es no trepar árboles ese día.
Tener relaciones sexuales
Entre las enseñanzas que muchos abuelos pasaron a sus descendientes está la leyenda de que si se mantienen relaciones sexuales el Viernes Santo, la pareja se quedará pegada. Sí, pegada por sus partes genitales. Por eso no se ofician matrimonios eclesiásticos en Semana Santa… ¡mejor es prevenir que lamentar!
¿Quieres un cabello fuerte y sano? ¡córtalo en Viernes Santo!
Hay quienes dicen que cortarse el cabello ese día es la promesa de un cabello saludable y sedoso durante todo el año. He aquí la razón de que el mío vaya como va.
Honrar a padre y madre
Se dice que si algún hijo le «levanta la mano» a alguno de sus padres durante un Viernes Santo se le caerá el brazo. Esto viene casado con la creencia de que si algún hijo le saca la lengua a sus padres, se le volverá viperina, es decir, se le partirá en dos, como la de una serpiente.
Llamar la ira del diablo
El punto anterior tiene su contraparte para los padres: todo padre que se altere o tan siquiera regañe a su hijo durante el Viernes Santo llamará la ira del diablo. Ante la duda es mejor permanecer relajado durante estas fechas.
¿Vestirse de rojo?, mejor no
Se dice que quienes se visten de rojo durante estas celebraciones están mostrando su predilección por el diablo, así es que si no queremos enviar mensajes erróneos a quien nos vea en la calle, mejor optamos por colores neutros para vestir en Semana Santa.
Las 3 de la tarde, hora de recogimiento
Las tres de la tarde del Viernes Santo es una hora señalada por estar asociada al momento del día en que murió Cristo. Es una hora en la que el aire se torna pesado, el cielo se oscurece y se dice que si te asomas a la puerta de la casa, llueve.
Nada de sembrar en Semana Santa
Antes, en el interior del país, desde que llegaba el Lunes Santo los trabajos en el campo se paralizaban. Nadie sembraba, ni trabajaba la tierra porque no querían exponerse a tener una mala cosecha.
¿Caballos parlanchines?
Que no se nos ocurra montar a caballo el Viernes Santo y mucho menos hablarle porque nos podría responder y llevarnos el susto de nuestras vidas.
¿Tormentas a la vista?
Si se quiere alejar el mal tiempo la recomendación es recoger boñiga de vaca durante la madrugada del Viernes Santo y quemarla.
Lectura de la clara de huevo
Una costumbre menos conocida consiste en depositar, en la mañana del Viernes Santo, la clara de un huevo en una taza y dejarla estar hasta mediodía; a esa hora se podrá hacer la lectura. Si la imagen que se observa en la taza tiene forma de barco o avión, pues se sabe que ese año la persona viajará; si tiene forma de frutas, que tendrá buena cosecha; si tiene forma de iglesia, que habrá matrimonio en la familia y si tiene forma de ataúd, pues ya nos imaginamos lo que eso significa.
En viernes santo se hacen resguardos consumiendo bolitas de caraña hedionda muy temprano en la mañana y en total ayuno
Si algún hijo o hija le saca la lengua a sus padres, la lengua se le puede convertir en lengua de serpiente.