A diferencia de lo que algunas personas creen, la historia de las corridas de toros en Panamá no inició en el siglo XX, sino que viene desde la época de la colonización española. Incluso hay registros que muestran que en la plaza de la antigua Ciudad de Panamá (lo que hoy es Panamá la Vieja se efectuaban corridas). La actividad taurina continuó por muchísimo tiempo, aun cuando Panamá estaba unida a Colombia a lo largo del siglo XIX. Para entonces se realizaban corridas por el área de Casco Viejo específicamente en lo que hoy es la Plaza Herrera. En los primeros años de separación de Colombia era normal celebrar días patrios con corridas.
La primera plaza oficial fue la plaza de toros Vista Alegre, inaugurada en 1914, ubicada por Perejil. Los trabajos de construcción del trajo bastantes inmigrantes españoles, los cuales adoptaron Panamá como su nuevo hogar y esto produjo que la tauromaquia tuviera un nuevo auge.
En 1953, abrió La Macarena, una plaza de toros que se encontraba en los terrenos del Super 99 de Via Porras, justo detrás de ATLAPA. Para cuando La Macarena abrió sus puertas, Vista Alegre ya había cerrado.
La década de 1960 vería la decadencia de la tauromaquia, lo que se vendría a confirmar con el cierre de La Macarena En 1967. Entre 1986 y 1987, se quiso revivir las corridas con eventos en el Gimnasio Nuevo Panamá (actualmente el Roberto Durán), pero con poco éxito.
El 12 de octubre de 2012, se aprobó la Ley 70, la cual prohíbe las corridas de toros al estilo español y portugués, en donde el animal es herido y muerto. No obstante, esta ley no aplica para las competencias de lazos, rodeos y corridas folclóricas, las cuales no se hiere de gravedad al animal.
Plaza de toros Vista Alegre