La Gran Colombia
La Gran Colombia fue un país de América del Sur creado en 1819 por el congreso reunido en la ciudad de Angostura mediante la Ley Fundamental de la República —ratificada después por su contraparte reunida en Cúcuta en 1821— por la unión de Venezuela y la Nueva Granada en una sola nación bajo el nombre de República de Colombia, a la que luego se adhirieron Panamá (1821) y Ecuador (1822). El término Gran Colombia se emplea por la historiografía para distinguirla de la actual República de Colombia.
Esta república existió jurídicamente entre 1821 y 1831 y se configuró a partir de la unión de las anteriores entidades coloniales del Virreinato de la Nueva Granada, la Capitanía General de Venezuela, la Presidencia de Quito y la Provincia Libre de Guayaquil. Su superficie correspondía a los territorios de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela —incluyendo la Guayana Esequiba, en reclamación guyano-venezolana—; y otros territorios que pasaron a Brasil, Perú, Nicaragua y Honduras por acuerdos internacionales celebrados entre estos países y las repúblicas surgidas de la disolución grancolombiana.
Si bien la Gran Colombia fue creada mediante la Ley Fundamental de la República de Colombia expedida durante el Congreso de Angostura (1819), el Estado como fruto de la unión de dichos territorios no vio la luz hasta el Congreso de Cúcuta (1821), donde se redactó la Constitución nacional con la cual se implementó y reglamentó su creación, al igual que la vida política e institucional del nuevo país. El sistema político-administrativo adoptado por la república fue el centralismo unitario.
Por otra parte, el reconocimiento internacional de la existencia legítima de la Gran Colombia, en tanto que territorio independiente, soberano y delimitado, se inscribió en un contexto diplomático que en Europa fue adverso al reconocimiento formal de la independencia de los países americanos. Es así que Austria, Francia y Rusia solo reconocían las independencias en América si los nuevos Estados se sometían a un sistema monárquico nombrando como soberanos a miembros de las dinastías europeas. Además, Colombia y las potencias internacionales enfrentaban sus posiciones en cuanto a la extensión del territorio colombiano y su delimitación fronteriza.
Al momento de su creación la Gran Colombia era el país hispanoamericano de mayor prestigio en el mundo, tanto así que varios políticos de Europa y América, entre ellos John Quincy Adams, por entonces secretario de Estado y futuro presidente de los Estados Unidos, la llamaron a ser una de las naciones más poderosas del planeta. Este prestigio, sumado a la figura de Bolívar, atrajeron hacia la nación ideas unionistas de movimientos independentistas de Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico, que pretendían formar un estado asociado con la república.
El país se disolvió a finales de la década de 1820 e inicios de los años 1830, por las diferencias políticas que existían entre partidarios del federalismo y el centralismo, así como por las tensiones regionales entre los pueblos que integraban la república.
Historia (referente a Panamà)
En 1816, Simón Bolívar, con la ayuda de los generales Urdaneta, Piar, Páez, Mariño, Nariño, Monagas, entre otros, consiguió una serie de victorias sobre los realistas. Después de liberar Guayana y Nueva Granada, proclamó su fundación el 17 de diciembre de 1819 en Angostura (actual Ciudad Bolívar). Los últimos contingentes realistas en Venezuela fueron derrotados en la histórica Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. El 28 de noviembre de 1821 se da la Independencia de Panamá y voluntariamente se une al sueño de Bolívar firmando con España un pacto de no agresión.
La resistencia de España en el continente terminó en Perú con la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, en la que se consagró definitivamente como héroe Antonio José de Sucre (1795-1830). Todo el poderío español en el Virreinato de Nueva Granada y en Perú quedó hundido bajo los golpes de tres hombres: Bolívar, Miranda y Sucre; fallecidos en diferentes circunstancias: Bolívar el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta, Colombia; Francisco de Miranda en la cárcel de la Carraca, en Cádiz, en 1816; Antonio José de Sucre, asesinado en Berruecos, Nueva Granada (actual Colombia), el 4 de junio de 1830.
Sin embargo, la unión política de los territorios del antiguo Virreinato no alcanzó a durar debido a tensiones regionales. La oposición al gobierno de Bolívar era, en general, secesionista. En 1830 Venezuela y Ecuador declararon su independencia de la República de Colombia, quedando finalmente disuelta la Gran Colombia en 1831, dando nacimiento a tres entidades estatales distintas: Nueva Granada, Ecuador y Venezuela. La secesión venezolana fue dirigida por el General José Antonio Páez (1790-1875), quien ya había combatido bajo las órdenes de Bolívar y poseía desde entonces el control virtual de la parte venezolana de la república. Páez se convirtió en el primer presidente del nuevo Estado venezolano y gobernó intermitentemente hasta 1863. En Ecuador asumió el general venezolano Juan José Flores. Reducida a la Nueva Granada, presidida por Rafael Urdaneta, quien originalmente había dado un golpe de Estado pensando en devolver el poder a Bolívar, la Gran Colombia se disolvió tras el derrocamiento de Urdaneta. En la Nueva Granada se eligió como vicepresidente interino a José María Obando. Un año después asumió Francisco de Paula Santander como presidente y delineó la estructura del nuevo Estado.
Panamá se une a la Gran Colombia
El hecho de que las fuerzas militares españolas estuviesen confinadas en las provincias sudamericanas, permitió a Panamá lograr por sí sola la independencia de España el 28 de noviembre de 1821. Los adinerados comerciantes panameños gratificaron pecuniariamente a los oficiales españoles. Este procedimiento fue favorecido porque al frente del gobierno del istmo se encontraba el general criollo panameño José de Fábrega, quien se unió al movimiento emancipador.
Pocos días antes de ser proclamada la independencia de Panamá llegó al istmo una misión enviada por el general Agustín de Iturbide para conseguir que Panamá se uniera al naciente Estado Mexicano, como ya lo habían hecho los países centroamericanos. Así mismo al lograrse la emancipación, algunos próceres de ellas, como el obispo de la ciudad, abogaron por la unión al Perú, Sin embargo, prevaleció la opinión de unirse a la Gran Colombia. En la misma acta de independencia, Panamá señala su intención soberana y voluntaria de adherirse a Colombia.
Al enterarse Bolívar de la Independencia de Panamá, envió al Coronel de Fábrega el conocido mensaje que reza así: «La Acta de Independencia de Panamá, es el monumento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana. Todo está allí consultado, justicia, generosidad, política e interés general.».
A la fecha de la Independencia de Panamá, la constitución de Cúcuta llevaba dos meses y tres semanas de haber sido promulgada. Dicha carta magna no resultó grata a los próceres y dirigentes de Panamá, que eran negociantes vinculados al tránsito y al tráfico internacional. Anglófilos por razones mercantiles, profesaban el liberalismo manchesteriano y eran, por tanto, partidarios del abstencionismo estatal, del librecambio y de una economía esencialmente comercial. Creían que al istmo le auguraba un gran futuro que se manifestaría tan pronto fuera construida una vía férrea transístmica. Por eso los gestores panameños de la independencia de España optaron por la unión al Estado Colombiano, pero bajo el entendimiento de que, dentro de este, Panamá mantendría autonomía económica y política. Aquel entendimiento no sería extensivo a los ideólogos de la central Bogotá, que traería como consecuencia los movimientos panameños por la instauración del federalismo y los innumerables intentos de separación de la Gran Colombia y sus Estados sucesores.
Tentativa de separación de Panamá en 1826
En lo que a Panamá concierne, su clase dirigente se opuso tenazmente a la adopción de la constitución Bolivariana, a pesar de todas las gestiones del enviado especial por el libertador y de la presión que ejercieron el intendente y jefe militar en el istmo.
En 1826, mismo año en que Panamá rechazó la constitución Bolivariana, se celebró en la capital istmeña el famoso Congreso internacional Bolivariano. Mas este notable acontecimiento no fue óbice para que en ese año se produjera la primera tentativa de separación de Colombia. Sucede que el congreso colombiano hacía caso omiso de las solicitudes de franquicias comerciales para el istmo, lo cual frustraba las aspiraciones panameñas. En consecuencia, surgió un movimiento separatista para convertir a Panamá en un país hanséatico, bajo la protección de Gran Bretaña y los Estados Unidos. El movimiento fue, sin embargo, reprimido por los militares colombianos destacados en el istmo.
Separaciones temporales de Panamá
El 26 de septiembre de 1830, Panamá se separó del Estado grancolombiano, constituyéndose en la primera de cinco separaciones de los territorios de la actual Colombia, su gestor fue el general panameño José Domingo Espinar, mulato de origen popular que no compartía las preferencias de la oligarquía panameña, fue un gran partidario de Bolívar, de quien había sido secretario. Debido a la crisis ocasionada por la renuncia del libertador y la desmembración de la Gran Colombia, Espinar, apoyado por las masas del arrabal capitalino, se rebeló contra el gobierno imperante esperando la vuelta de Bolívar al poder.
El artículo 2 del acta de tan singular emancipación decía: «Panamá desea que su excelencia el libertador Simón Bolívar se encargue del gobierno de la República como medida indispensable para volver a la unión las partes que de ella se han separado bajo pretextos diferentes quedando desde luego este departamento bajo su inmediata protección».
En consecuencia con lo proclamado, fue una delegación panameña a Barranquilla, donde se hallaba Bolívar, para invitarlo a que viniera al istmo a reasumir el poder y a reconstruir a la desmembrada Gran Colombia. Bolívar rehusó tal ofrecimiento y aconsejó a su antiguo secretario que incorporara el istmo a Colombia. Así procedió su leal secretario, pero poco después se produciría otro movimiento secesionista al siguiente año.
El 9 de julio de 1831, fue gestada por el coronel venezolano Juan Eligio Alzuru la segunda separación de Panamá de Colombia, que contó inicialmente con el beneplácito de la oligarquía panameña tanto capitalina como interiorana. Fue un movimiento en reacción a los planes de José Domingo Espinar que pretendía el restablecimiento del Estado Gran-colombiano y del poder centralizante de Bolívar, donde se pretendía una definitiva secesión.
Los métodos de aquel militar fueron tan crueles y arbitrarios que hicieron peligrar los intereses de la clase dominante panameña, por tanto esta, mediante la acción de los otros militares que controlaban, lograron derrotar y fusilar al tirano. Luego de esto, los dirigentes panameños al ver lo que un movimiento independentista mal llevado podría desencadenar, decidieron unirse al proceso que llevaban los departamentos centrales para constituir la República de la Nueva Granada.
La separación (INDEPENDENCIA) de Panamá de Colombia fue un hecho ocurrido el 3 de noviembre de 1903, después de la Guerra de los Mil Días, y que desencadenó la proclamación de la República de Panamá.
El istmo de Panamá fue parte integral de todas las formas de organización política y territorial que tuvo la República de Colombia desde 1831 hasta 1903, con alrededor de diecisiete intentos de secesión y cuatro separaciones consumadas durante el siglo XIX.
Para la historiografía panameña, la proclamación de la República de Panamá fue el resultado de un proceso nacionalista y autonomista que se vino construyendo desde finales del siglo XVIII, y que concluyó con la separación de Panamá de Colombia. En cambio para la historiografía colombiana, la secesión de Panamá, constituye un atentado contra la integridad político-territorial de Colombia, que fue ideado por los Estados Unidos en asociación con la oligarquía istmeña de la época.