José de la Cruz Herrera Urriola (1876-1962). Historiador, filósofo, políglota, helenista, bolivariano, ensayista, editorialista y diplomático, considerado como “El darienita universal”.
Nació en Jesús, Garachiné -área rural de difícil acceso en Darién-, República de Panamá, el 5 de julio de 1876. Fue el tercero de los cuatro hijos de José de la Cruz Herrera y Matilde Urriola. Sus hermanas fueron María de los Santos, Amelia y Jacinta.
A partir de 1880 realizó sus estudios primarios en Garachiné, en la isla de San Miguel -situada en el archipiélago de las Perlas en el Pacífico-y en la ciudad de Panamá, en la escuela de su tío Ramón Medina y en la Escuela Pública de Santa Ana. Contaba solo con ocho años cuando, en 1884, leyó Mi Delirio sobre el Chimborazo, de Simón Bolívar, y se lo aprendió de memoria. En 1887 ingresó, para sus estudios secundarios, al Colegio Balboa de Panamá, dirigido por el Ing. Abel Bravo.
A partir de 1888, para contribuir con los modestos recursos financieros de su familia, se dedicó a copiar sentencias y actuaciones judiciales a mano en el tribunal del juez Nicanor Villalaz. Además, colaboró con escritos periodísticos en el diario El Lápiz, dirigido por José S. Mendoza.
En 1890 inició su labor como maestro en la escuela de la isla de Taboga. Para entonces, ya enseñaba inglés y francés. Dos años más tarde, en 1892, el gobernador de Panamá le concedió una beca para que realizara estudios superiores en veterinaria en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá, Colombia, de la que Panamá era una provincia. Se las arregló para llegar a Bogotá, que era la capital, uniéndose a las huestes conservadoras durante la Guerra de los Mil Días, y alcanzó el rango de comandante.
El 1899 fue un año de logros académicos para el Dr. Herrera: obtuvo el doctorado en Filosofía y Letras, luego de sustentar su tesis Apuntes Estéticos, aplaudida por Miguel Antonio Caro, Marco Fidel Suárez y Rafael Pombo; y también, el título de Profesor de Veterinaria.
Asumió las cátedras de filosofía, griego y latín en el mismo colegio mayor de Nuestra Señora del Rosario. Entre sus alumnos estuvo el insigne escritor, Dr. Eduardo Santos, fundador y director de El Tiempo de Bogotá, y Presidente de Colombia entre 1838 y 1942, quien manifestaba que el Dr. Herrera le había enseñado a escribir. Herrera fue nombrado Rector del Instituto Santo Tomás de Aquino, donde, además, se desempeñó como profesor de lenguas y literatura (inglés, latín y griego).
Contrajo nupcias con Cora Franco Bernal, en Bogotá, en 1906. Viajaron con recursos propios a Londres, donde él fungió como profesor de español, inglés, griego y latín. También se dedicó a realizar traducciones en una oficina notarial, y llegó a ser el director del departamento de Lenguas Romances de la compañía más importante de notarios en Inglaterra.
En Londres nacieron, en 1907, 1908 y 1909 sus tres primeros hijos: Hernando, Guillermo y Alfonso, respectivamente. En 1908, viajó a París como representante de Panamá en el Segundo Congreso Internacional de Educación. Volvió a Londres ese mismo año, y posteriormente, en 1911, regresó con su familia a Panamá, por invitación del Gobierno para que se desempeñara como profesor en el Instituto Nacional.
A partir de ese momento se dedicó a las cátedras de Lengua y literatura castellana, latín y griego, y pedagogía en la Escuela Normal de Señoritas, el Colegio de la Inmaculada Concepción, el Colegio de San José y el Seminario Conciliar.
Además, impartió clases privadas de español, inglés, francés, alemán, italiano, griego y latín.
En 1916 ganó los tres primeros premios (con sus respectivas medallas de oro) en los Juegos Florales conmemorativos del Tercer Centenario de la Muerte de Cervantes, con sus ensayos: La conservación del idioma, ¿puede influir en el sostenimiento de la independencia nacional?, El Quijote como lazo de unión entre España y la América hispana, y La influencia del cristianismo en la Literatura Española.
Entre 1916 y 1923 realizó una serie de actividades relacionadas con la política y el periodismo: fue miembro fundador de Acción Comunal; fundador de La Avispa, tabloide festivo; colaborador en los diarios El Ají y El Pueblo, con temas relacionados con la integridad territorial de Panamá y sus relaciones con Estados Unidos; compró la imprenta La Academia; fundó Las Noticias, publicación de orientación cristiana, en la cual desarrolló su pensamiento conservador en el aspecto educativo, y sostuvo una polémica intelectual en torno a la filosofía de la educación; se opuso a la coeducación establecida durante la administración del presidente Belisario Porras; fundó Ecos del Darién, publicación de existencia efímera; y se lanzó como candidato a diputado por la provincia de Darién. También colaboró con los sacerdotes de la Orden de los Misioneros del Corazón de María, en la confección de un diccionario en lengua kuna.
En 1924 publicó su obra Nociones Fundamentales de Pedagogía. En 1925 fue detenido en una cárcel por oponerse a la decisión del alcalde García Fábrega de permitir la proyección de películas que él consideraba indecentes: la película La Garçón.
Publicó Panamá La Vieja, resumen histórico y guía de sus ruinas (en español e inglés), en 1926. En ese mismo año fue académico fundador de la Academia Panameña de la Lengua, fue investido miembro de la Academia Panameña de la Historia, y publicó el Elogio de Fray Pedro Fabo de María, fundador de la Academia Panameña de la Lengua.
Dos años más tarde fue fundador de la Sociedad Bolivariana de Argentina, de la Sociedad Bolivariana de Panamá, y del boletín informativo de esta.
De 1933 a 1935 fungió como Director General del Fondo Obrero y Agricultor. En 1936 fue nombrado Asesor Técnico de la Dirección General de Correos y Telégrafos, entidad muy importante en aquellos tiempos.En 1939 escribió Elogio de Don Abel Bravo, considerado uno de sus mejores discursos.
En 1940 fue designado cónsul de Panamá en Buenos Aires y Consejero de Coordinación de la Delegación Panameña a la Conferencia Panamericana de Coordinación de Medidas Policiales y Judiciales, reunidas en Buenos Aires. Publicó su ensayo Aspectos del Descubridor de las Indias. Alrededor de 1945 publicó su obra Itinerario Militar y Moral del General Antonio José de Sucre.
El primero de los volúmenes de su trilogía sobre el Libertador Bolívar, Don Simón de Bolívar o La Formación de un Libertador, fue publicado en 1947 por la Editorial Atlántida de Buenos Aires. Dos años después publicó Por los caminos del Ática, seis tragedias y una comedia, traducidas del griego: de Esquilo, Prometeo Encadenado y Los Persas; de Sófocles, Edipo Rey y Antígona; de Eurípides, Medea y Electra; y la comedia (sátira política) Los Caballeros, de Aristófanes.
El segundo volumen de su trilogía sobre el Libertador, Bolívar: Forjador de la Libertad, fue publicado por la Sociedad Bolivariana de Venezuela, en 1957, en la Imprenta Nacional, Caracas.
D. José de la Cruz Herrera, condecorado por el gobierno panameño con la Gran Cruz de Vasco Núñez de Balboa, falleció en Argentina el 9 de diciembre (Aniversario de la Batalla de Ayacucho) de 1961. Se desempeñaba como Ministro Consejero de la Embajada de Panamá en Argentina.
El tercer volumen de su trilogía, Bolívar en el Tabor y en la Cruz, fue publicado por la Academia Panameña de Historia en 1976. En abril de 1990, la Sociedad Bolivariana de Panamá, asociada con la Universidad de Panamá, publicó los tres libros acerca de la epopeya bolivariana, compendio editado por Guillermo Herrera y Franco. El Dr. José de la Cruz Herrera dejó por lo menos tres obras inéditas: Sófocles en América, En busca del oriente y Del oriente al ocaso.
Por Ley No. 14 de 1992 -13 de julio de ese año-, dictada por la Asamblea Legislativa y publicada en la Gaceta Oficial No. 22080 de 17 de julio de 1992, se estableció la condecoración José de la Cruz Herrera, destinada a quienes obtengan el máximo índice académico de la graduación anual de la Universidad de Panamá, de la Universidad Tecnológica, de la Universidad Santa María la Antigua y de otras universidades reconocidas en Panamá. Consiste en una medalla de oro de 18 quilates, de 40 milímetros de diámetro que lleva al anverso la efigie del doctor José de la Cruz Herrera, en alto relieve, alrededor de la cual aparece la leyenda “José de la Cruz Herrera, educador, filósofo, humanista”; y al reverso, en alto relieve, la leyenda “José de la Cruz Herrera, Garachiné 1876 – Buenos Aires, 1961”, con espacio para grabar el nombre del universitario condecorado, de la universidad respectiva y el año de graduación.