04 Apr
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G-2 y Fuerzas de Defensa asaltaron el Hotel Marriot 28/03/1988

Ejército ocup6 anoche violentamente el hotel Marriott, de Panamá, donde detuvo a decenas de personas, entre ellos, a la mayoría de los dirigentes de la opositora Cruzada Civilista y a numerosos periodistas extranjeros. Muchas personas, entre ellas empleados del hotel, fueron apaleados por soldados y funcionarios del servicio secreto (G-2), que ocuparon las instalaciones des establecimiento portando ametralladorasm pistolas y porras. Durante horas, las tropas sacaron a las personas del hotel, que trasladaron en varios coches celulares.

En el momento del asalto se encontraban en el hotel -que se había convertido desde hacía un mes en la sede de la Cruzada Civilista- varios dirigentes de esa organización, que se disponían a ofrecer pan conferencia de prensa sobre los resultados de la manifestación de protesta celebrada en la tarde de ayer. Según testigos presenciales, entre los detenidos se encuentra el presidente de la Cruzada Civilista, Aurelio Barría.En el momento en que los soldados entraron en el lobby del hotel se vivieron escenas de pánico. Los empleados de seguridad del local se enfrentaron a los asaltantes y resultaron heridos. Los soldados cortaron las líneas telefónicas y registraron todos los lugares del hotel en busca de seguidores de la oposición, incluidas las habitaciones de los huéspedes. Pasada una hora de la ocupación, se personó en el lugar un representante de la embajada de Estados Unidos exigiendo información sobre algunos periodistas norteamericanos presos. Este corresponsal fue testigo de como muchas personas, entre ellas periodistas, eran introducidas a golpes en los furgones. El hotel asaltado es el más frecuentado por los periodistas extranjeros de todos los existente en Panamá.

Algunos miembros de la Cruzada fueron detenidos cuando intentaban huir por la puerta trasera o por la cocina. Varios fotógrafos y periodistas resultaron igualmente arrestados al intentar acercarse al hotel para cubrir los acontecimientos.

Horas antes de al ocupación del Marriott, dirigentes de la Cruzada Civilista habían mantenido una conversación de casi una hora con un miembro del estado mayor de las fuerzas de defensa. La entrevista, la primera en 10 meses de crisis nacional, se produjo en el marco de una manifestación convocada por la oposición para exigir la salida de Noriega, mientras cientos de panameños comienzan a abandonar el país.

Según explicó después del encuentro el teniente coronel Virgilio Mirones, jefe del departamento de Acción Cívica de las fuerzas armadas, los dirigentes de la Cruzada Civilista "se fueron con un mensaje" en el que se les invita a participar en un gran diálogo nacional para resolver la crisis actual. Preguntado sobre si, como fruto de esa negociación, se podría producir la dimisión de Noriega, el teniente coronel Mirones dijo que eso era "una decisión que debía tomar el comandante en jefe". Noriega ha dado ya su palabra "de militar y de hombre" de que abandonará el poder cuando se consiga una solución negociada por todas las fuerzas políticas panameñas.

Virgilio Mirones aseguró que la cónversación con los representantes de la oposición había sido "muy positiva" y confió en que pronto se pueda iniciar el diálogo propuesto por el Gobierno. Advirtió, sin embargo, que las fuerzas armadas no aceptarán la dimisión de Noriega como condición previa al diálogo. "No vamos a negociar a Noriega, Noriega no es negociable", dijo. El alto oficial pidió a los periodistas que transmitiesen el mensaje de que "Noriega quiere la paz para su pueblo", y, a la solicitud de la Prensa angloparlante de que repitiese eso en inglés contestó que no sabía hablar ese idioma.

La Cruzada estuvo representada en esa conversación por Carlos Valencia, Alberto Alemán y Guillermo Fernández, tres conocidos dirigentes empresariales panameños.

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