Sabías que... el PRIMER Presidente de Facto en el 1903 fue Demetrio Brid. ------ (la historia no contada)
Bajo fuego enemigo, la noche del 3 de noviembre de 1903, nueve valientes concejales y dos suplentes se reunían en el Palacio Municipal para imprimir el sello de legalidad a la nueva República.
¿Quién fue el primer presidente de Panamá?
A esta pregunta, la reacción inmediata de una gran mayoría de panameños sería nombrar al doctor Manuel Amador Guerrero.
En realidad, pocos se sabe que desde 1953, por efecto de la Ley 27 del 1 de diciembre, la historia oficial incorpora, en adición al “primer presidente”, la figura de un ‘primer presidente de FACTO’ de la República, Demetrio H. Brid, “prócer de la patria en grado eminente” y “factor importante en el movimiento separatista panameño”.
Demetrio Brid tenía 36 años de haber fallecido (1917), cuando, en 1953, tuvo lugar ese postergado reconocimiento a su labor en los hechos de la independencia, gracias a la cual se impartieron visos de legalidad a los hechos ocurridos.
Desde entonces hasta el día de hoy, los actos de reconocimiento han continuado.
En marzo de 2003, la sede permanente del Concejo Municipal recibía el nombre de ‘Palacio Municipal Demetrio H. Brid’.
En 2009, en ocasión del 150 aniversario de su nacimiento, se emitía una estampilla conmemorativa.
El Ministerio de la Presidencia ordenó ‘la colocación del medallón de don Demetrio H. Brid en la Galería de Gobernantes de la República, ubicada en el Salón Amarillo del Palacio de las Garzas, en su condición de presidente de facto de la República de Panamá, durante los días 3 y 4 de noviembre de 1903′.
Irvin A. Halman Brid, bisnieto de Demetrio H. Brid, quien hace algunos años asumió por cuenta propia la tarea de promover el reconocimiento a esta figura histórica. Halman creció escuchando los relatos sobre los sucesos del 3 de noviembre de 1903 narrados por una testigo muy especial: su tía Evangelina Brid, hija del prócer.
A través de los años, Halman fue reuniendo documentos y hoy mantiene viva la memoria de Demetrio Honorato Brid a través del internet, con el detalle pormenorizado de los reconocimientos.
EL DÍA DE LA GESTA
‘Elida, me acaba de llamar Amador… Hoy tendrá lugar el movimiento. Si no regreso ya sabes la suerte que he corrido’, dijo Brid a su esposa al salir, armado, de su casa de San Felipe, la mañana del 3 del noviembre de 1903, según relatara Evangelina a su sobrino Irvin en la década del 70.
Al entonces presidente del Concejo Municipal de Panamá y editor del diario Star and Herald (edición inglesa de La Estrella de Panamá ), le esperaba un día lleno de acontecimientos.
Aunque no formaba parte del grupo de revolucionarios que movía los hilos del movimiento separatista, como amigo de Amador estaba muy bien enterado de sus planes y dispuesto a apoyarlos.
DETONANTE: EL RECHAZO DEL TRATADO HERRÁN HAY
Al igual que la inmensa mayoría de los panameños, en agosto de 1903, Brid había recibido con desilusión la noticia del rechazo del tratado Herrán Hay de parte del Senado de la República de Colombia, que contemplaba la construcción del Canal de Panamá, única esperanza que albergaban los istmeños de un futuro próspero tras la devastación ocasionada por la Guerra de los Mil Días (1900-1903).
Como presidente del Concejo Municipal, Brid había podido comprobar, a través de una consulta oficial, que 17 de los 18 municipios del Departamento del Istmo se mostraban favorables a la aprobación del tratado. Con estos resultados, envió una nota a la Suprema Corporación Legislativa de la República de Colombia, instándola a aprobar el convenio.
Pero ninguna razón fue suficiente para convencer a los colombianos, que tenían a Panamá como una mercancía para ofrecer al mejor postor.
LOS HECHOS
Tras salir de su residencia temprano en la mañana, Brid acudió a la pomposa ceremonia de recepción que las autoridades locales proporcionaron, para guardar apariencias, a los tres generales colombianos Juan Tobar y Ramón G. Amaya que llegaban a sofocar la rebelión que se gestaba en el Departamento del Istmo.
Los generales, de forma incauta, habían llegado solos a la ciudad de Panamá, terminal pacífica del ferrocarril, dejando en Colón (temporalmente, pensaron ellos) a unos 500 soldados del Batallón Tiradores.
A las 6 de la tarde, después de un día repleto de acontecimientos que concluyeron con el arresto de los dos generales colombianos, las masas populares, provenientes especialmente del barrio de Santa Ana, se lanzaron a las calles en una gran manifestación popular convocada por el general Domingo Diaz, tras la cual se proclamó la separación.
Pero todavía no se podía confiar en el triunfo. Mientras los próceres intentaban legalizar la rebelión pacífica, persistía el peligro de que las tropas del Batallón Tiradores llegaran a la ciudad y sofocaran el movimiento, ahorcando, como había sugerido uno de los generales, a los golpistas.
SE REÚNE EL CONCEJO
Al caer de la noche, correspondió a Brid, como la principal autoridad local constituida, llamar a los integrantes del concejo capitalino a una sesión extraordinaria para impartir de legad a la separación.
No fue fácil convencer a todos de la necesidad de asistir, pero al anochecer se habían congregado en el Palacio Municipal del Distrito de Panamá los concejales Agustín Arias F., Samuel Lewis, Oscar McKay, Manuel J. Cucalón, Ernesto J. Goti, Ricardo M. Arango, José Ma. Chiari, General Rafael Aizpuru, Darío Vallarino y los suplentes Enrique Linares y Manuel María Méndez.
Tras verificar que contaban con el quórum, se inició la reunión.
De forma protocolar, Brid preguntó a los miembros del concejo si estaban dispuestos a jurar lealtad a la nueva república, incluso si implicaba sostenerla “con sacrificio de sus familias, fortunas y vidas”.
ESTALLIDO DE ÚLTIMA HORA
Antes de que tuvieran tiempo de contestar, dos proyectiles cruzaron los aires, haciendo temblar las paredes del viejo edificio del cabildo.
Desde la bahía de Panamá, la cañonera Bogotá, del ejército colombiano, disparaba a diestra y siniestra, movilizada por un solitario soldado que exigía poner en libertad a los generales apresados en el cuartel de la Policía .
El pánico se apoderó de la muchedumbre en la Plaza Catedral. La gente corría en busca de refugio.
Durante casi media hora siguió el bombardeo, con unas cinco o seis explosiones, que dejaron un muerto, Wong Kon Yee, un inmigrante originario de Hong Sang, China. (y esto tampoco se dice).
Cuando, finalmente, el batallón Colombia, guiado por el general Esteban Huertas contraatacó, la cañonera Bogotá buscó refugio en la isla de Pericos.
A las 10 pm todo había vuelto a la normalidad, lo que permitió, poco antes de media noche, dar por finalizada la reunión del concejo municipal, con la firma de los 9 concejales y dos suplentes presentes del Acta de la Sesión Extraordinaria y Solemne del 3 de noviembre.
A Brid le correspondió firmar un cable dirigido al presidente Theodoro Roosevelt, en el que informaba que la Municipalidad de Panamá se había adherido al movimiento de separación y esperaba el reconocimiento del gobierno estadounidense.
Inmediatamente clausurada la sesión, Brid y los concejales se dirigieron al Parque de la Catedral, a leer a la muchedumbre ansiosa el manifiesto que anunciaba que, a las 2 pm del día siguiente, se proclamaría formalmente la independencia del istmo en un Cabildo Abierto y se traspasarían los poderes a una junta provisional constituida por José Agustín Arango, Federico Boyd y Tomás Arias.
Eufóricos, un grupo de jóvenes panameños paseaban la nueva bandera tricolor por las calles de la ciudad.
En la madrugada del día 4, se izó la bandera en el asta del Palacio Municipal, a los acordes de la entonces popular marcha Hiawatha, compuesta por Neil Moret (Charles N. Daniels), coreada por los presentes e interpretada por una improvisada banda de música.
A las 2 de la tarde, Demetrio Brid leyó al público congregado en la Plaza de la Catedral el Acta de Independencia, traspasando sus poderes a la Junta de Gobierno Provisional.
Esta junta rigió los destinos de la joven nación desde ese momento hasta febrero de 1904, cuando la Asamblea Nacional Constituyente, (de la cual Brid fue su vicepresidente), escogió a Manuel Amador Guerrero como primer presidente constitucional de Panamá.
Demetrio H. Brid Lasso, nacido en la ciudad de Panamá el 21 de diciembre de 1859, tenía 44 años durante los hechos de 1903. Falleció el 27 de mayo de 1917 en el Hospital Santo Tomás, dejando una numerosa descendencia, que hoy se ocupa de mantener viva su memoria.