Para que las presentaciones de los músicos sean lucidas, es necesario que sus acordeones estén debidamente afinados. Por eso, periódicamente los acordeones son desarmados con el fin de afinarlos y darles el debido mantenimiento. Este es un procedimiento delicado por la fragilidad de las piezas que se deben afinar (los pitos).
El acordeón se asemeja a una caja que se divide en dos partes. El lado derecho, que corresponde a 31 teclas, y el lado izquierdo, a 12 teclas denominadas bajos. Las hileras de teclas internamente están agrupadas en piezas denominadas peines. En el acordeón más utilizado actualmente en nuestra música (Honner Corona III), el lado derecho contiene cinco peines y el izquierdo dos. Los peines van atornillados al cuerpo del acordeón.
Para afinar, se extraen los peines donde están contenidos los pitos que se van a ajustar. Se deben soplar los tres pitos correspondientes a cada tecla (tono mayor, menor y medio). En el caso de que el sonido presente una variación anormal, luego de que se comparan los tonos mayores, menores y medios, se extrae la pieza (lengüeta o pito) desafinada. Esto se hace usualmente con una herramienta filosa, pero de manera cuidadosa.
Se sopla el pito, y con la ayuda de un afinador, se determina si hay que subirle o bajarle el tono, y para esto se raspa el pito. Dependiendo de la cantidad de rayas que contenga la lengüeta, así mismo se va determinar si se sube o baja la tonalidad. Algunas de las razones por las cuales se tiene que realizar la afinación incluyen la oxidación de los pitos, errores de fábrica y porque alguno de ellos se rompa. En este último caso, hay que reemplazarlo con un pito nuevo. Luego de que se realiza la reparación, el pito se coloca en su lugar y se ajusta con el remache. Seguidamente, con la ayuda de un cautil se suaviza la cera que mantiene firme al pito y su soporte, se coloca sobre el espacio correspondiente en el peine, y se deja enfriar la cera.
Luego de que se haya completado este procedimiento con todos los pitos, se colocan los peines en el cuerpo del acordeón y se sujetan con los tornillos. Para cerrar el acordeón se utilizan pequeños clavos con el objetivo de evitar el escape de aire.
Para finalizar este proceso se hace una prueba tocando las teclas que fueron reparadas para comprobar que ahora sí ejecutan correctamente.
Fuente: Folklore panamatipico.com