CELEBRACIÓN
Cada vez son menos las personas que hacen la tradicional Junta de corta de arroz, sin embargo hay algunos que se preocupan por mantener viva esta costumbre propia del interior de nuestro país.
las siembras, en el mes de julio, volvieron; y con ellas en los meses de noviembre y diciembre las cosechas, que dan paso a una tradición que aunque es amenazada por los inclemencias del clima, se resiste a morir.
Se trata de las Juntas de la Corta de Arroz, que por años han practicado nuestros campesinos, después de tantas horas diarias de cuido, de abonar y regar, por fin vieron el fruto de sus esfuerzos, La única herramienta que los acompaña es una cuchilla especial que muchos han heredado de generación en generación, La botella de seco es un ingrediente que no puede faltar en la junta, pues esta inspira a la saloma, que le da el toque autóctono a la corta.
Mientras tanto, en casa preparan la comida que se servirá para los peones. Tres piedras sostienen una enorme paila de arroz con pollo o carne, que completarán la gran comilona cuando lleguen los hombres del campo.
La técnica para cortar
En la junta, el roce de la cuchilla con la espiga de arroz es continua. La técnica es depurada, pues no es fuerza, sino solo maña.
Amarrar las manotadas también tiene su estilo, pues llevan un nudo especial para que no se puedan soltar. Las manotadas de arroz se van acumulando en una esquina, mientras que otro grupo le da vueltas para que el sol las seque del sereno.
Con cuentos y chistes, después de una exquisita comida hecha en leña, termina la junta y los hombres, con una combinación de aromas, que mezclan el olor del seco, el sudor de sus sombreros y la tierra, regresan a sus casas.