El alcohol es una parte importante de nuestra sociedad. Lo tomamos en nuestras comidas, fiestas, citas, y brindamos con entusiasmo en nuestras celebraciones. Si estás bebiendo una o dos bebidas ocasionales o acostumbras a tomar de tal manera que ya cuando acuerdas estás bailando y cantando en el bar, no podrás negar que aunque sea una pequeña cantidad de consumo del alcohol afecta nuestros cerebros y nuestros comportamientos. ¿El cambio en nuestra actitud y acciones que ocurre cuando bebemos es simplemente una cuestión de biología y química, o hay algo más grande y más espiritual funcionando?
Algunos estudios sugieren que el consumo del alcohol afecta a aquellos que son espiritualmente diferentes a otros. Investigadores de la Universidad de Kentuckydescubrieron que cuanto más religioso es alguien, más probabilidades hay de que se vuelvan agresivos cuando beben. En cambio, un estudio de la Journal of Studies on Alcohol, encontró que la espiritualidad, la oración y la meditación eran de gran beneficio para los que se recuperaban del alcoholismo.
Se han escrito artículos sobre la espiritualidad de los niños, y cómo a través del tiempo tendimos a perder esa espiritualidad a medida que crecemos y nos volvemos adultos. Uno de los factores que contribuyen a esto son las drogas y el alcohol, y la presión de los compañeros para unirse y usar estas sustancias.
Beber a menudo se utiliza para llenar el vacío espiritual que se desarrolla a través del tiempo, y hace que los adultos se centren en metas a corto plazo caras y destructivas en lugar del camino a largo plazo de encontrar la felicidad y el propósito dentro de sí mismos.
El alcohol se clasifica como un depresor, a diferencia de un estimulante como la cafeína en el café y el té. A pesar de esta clasificación, cuando la gente bebe, tienden a tener una chispa de energía, y sentir la emoción, la alegría que proporciona el alcohol. ¿Por qué es que algo que técnicamente se supone debe hacerte sentir sueño te hace capaz de ir directamente a la pista de baile?
El alcohol se considera un depresor porque se dirige al químico GABA, que es el principal neurotransmisor en nuestro cerebro. Cuando esto se ve afectado, altera nuestro estado de ánimo, el comportamiento, la excitación y el funcionamiento neuropsicológico.
Cuando estás bebiendo, dado que el contenido de alcohol en la sangre aumenta, actúa como más como un estimulante. Varios cambios ocurren en tu cerebro mientras bebes:
Todo esto explica por qué la gente tiende a ser “valiente” mientras bebe, está de acuerdo con cosas que normalmente no haría, son más propensas a lastimarse y olvidar porciones o incluso noches enteras en la ciudad.
Cuando dejas de beber, el contenido de alcohol en la sangre comienza a caer y tiene un efecto sedante en tu cerebro. Esta es la razón por la que la gente tiende a tener sueño después de un vaso o dos de vino o caer inconsciente al final de una noche de bebida.
Conclusión: Independientemente de si te embriagas desde una manera científica o espiritual, una cosa en la que todos podemos estar de acuerdo es que beber, especialmente cuando bebes más de lo que tal vez deberías, cambia cómo piensas, actúas y afecta tu capacidad de abstenerte de enviar mensajes de texto a tu ex-novio o caminar por un conjunto de escaleras complicadas.
Nos guste o no, beber socialmente es una gran parte de nuestra sociedad. Por favor, siempre recuerda beber dentro de tus límites, nunca beber y conducir, y no publicar nada en las redes sociales hasta que vuelvas a estar sobrio y racional.