13 Feb
13Feb

Rodolfo Chiari y Roberto Chiari


Rodolfo E. Chiari Robles nació en Aguadulce en 1869. Ocupó diversos e importantes puestos públicos, como Tesorero del Distrito Capital, Gerente del Banco Nacional, Ministro de Gobierno y Justicia, Director de Correos, Designado a la Presidencia y encargado del Poder Ejecutivo en 1912. Fue electo Presidente de la República en 1924. Figura prominente del Partido Liberal y miembro del Directorio Nacional, entre 1912 y 1914 fue presidente de este partido. Los historiadores Pizzurno y Arauz (El Chiarismo y sus consecuencias: Acción Comunal y el retorno a las bases nacionales (1924-1932). Historia de Panamá. EPASA. 2002), concuerdan que: “muy pronto se hizo evidente que llevaría adelante una administración sin lineamientos impuestos y que estaba interesado en consolidar el poder político.”
El Gobierno de Rodolfo Chiari estuvo plagado de problemas. En 1925 se produce la Rebelión de Tule de los indígenas de San Blas, que tuvo que ser reprimida violentamente. El mismo año se produce el incidente conocido en nuestra historia como “La Huelga Inquilinaria”.
En 1925, la situación hizo eclosión cuando el gobierno, para paliar la grave crisis económico-fiscal, se vio obligado a aumentar el impuesto de inmueble. De inmediato, los casatenientes le traspasaron este incremento a los inquilinos que vieron aumentados sus cánones de arrendamiento entre un 25 y un 50%. Los inquilinos reaccionaron organizando la Liga de Inquilinos y Subsistencia, una dependencia del Sindicato General de Trabajadores, que llevó a cabo una serie de mítines y protestas y, finalmente, realizó la “huelga del no pago”. Los propietarios, tanto como el gobierno, vieron en este colectivo a un enemigo dispuesto a destruir y arruinar el sistema económico capitalista y a desplazar del poder al grupo burgués oligárquico. Igualmente, el gobierno consideró que el movimiento estaba siendo manejado por extranjeros comunistas, socialistas y anarquistas. En efecto, en el mismo militaban los anarquistas españoles José María y Martín Blázquez de Pedro, así como otros comunistas y socialistas peruanos y chilenos. Pero también había dirigentes nacionales como Diógenes de la Rosa. A inicios de octubre, el gobierno decidió deportar a los extranjeros y el alcalde Mario Galindo prohibió los mítines y reuniones. El 10, la Liga desconociendo la prohibición, convocó a una reunión en el Parque de Santa Ana, que fue violentamente reprimida por el gobierno, con un saldo de varios muertos y heridos.
Es un hecho histórico e irrefutable que Chiari, temiendo un levantamiento popular que lo sacara del poder, solicitó al Embajador de los EE.UU. el desembarco de marines en Panama y Colón. El 10 de octubre, desembarcan 600 infantes de marines, quienes allanaron las oficinas de la Liga y destruyeron sus archivos... “El gobierno de Chiari, atemorizado, solicitó el desembarco de marines para que controlaran la situación”. (Pizzurno y Arauz, Op. Cit.)
Es también un hecho histórico que importantes figuras políticas del momento, lo criticaron duramente e, inclusive, miembros notables de su Gabinete, presentaron su renuncia por no estar de acuerdo con la intervención norteamericana. Así, Rodolfo Chiari se convirtió en el primer (y único) presidente panameño que ha solicitado a los norteamericanos la intervención en suelo panameño. Después firma con los EE.UU. el Tratado Kellog-Alfaro, que fue rechazado por el pueblo.
Al parecer, Chiari había recibido la venia de los EE.UU. para mantenerse en el poder a través de la reelección en 1932, pero estas intenciones fueron frustradas por el golpe de Acción Comunal, el 2 de enero de 1931. No existe duda que los sucesos infames de su gobierno fueron el caldo de cultivo de los sucesos que llevaron a su caída y desaparición. Pero esta acción indigna fue y es una mancha imborrable en la historia de nuestro país, y en su historia personal. Rodolfo Chiari muere en 1937 en California, EE.UU.
Por su parte, Roberto Francisco Chiari Remón, nació en la ciudad de Panamá en 1905. Hijo de Rodolfo Chiari. Dirigente del Partido Liberal. Fue Diputado a la Asamblea Nacional y Ministro de Salubridad y Obras Públicas.
El 20 de noviembre de 1949, en calidad de segundo vicepresidente, asume la Presidencia después de la renuncia de Daniel Chanis, que ocupó el cargo sólo por 4 días. En 1960, fue elegido presidente constitucional. En las postrimerías de su mandato, tuvo que hacer frente a los sucesos del 9 de enero de 1964.
A pesar de los problemas políticos y económicos que enfrentó su gobierno, Roberto F. Chiari adoptó iniciativas importantes, como la Reforma Agraria y la Siembra de Escuelas. Pero la administración Chiari es recordada por los sucesos del 9 de enero de 1964.
En enero de 1963, los presidentes Kennedy y Chiari firmaron un acuerdo por el cual la bandera panameña debía ser izada en sitios públicos de la Zona del Canal, junto al pabellón estadounidense, a partir de enero de 1964. Este acuerdo tuvo fuerte oposición de los zoneítas.
El 9 de enero de 1964, con el fin de cumplir con este acuerdo, un grupo de 200 estudiantes del Instituto Nacional caminó hasta la Escuela de Balboa con el propósito de izar la bandera panameña. Se dan, entonces, los incidentes que todos conocen, con un saldo trágico de decenas de muertos y cientos de heridos.
Frente a estos hechos, el gobierno panameño decide romper relaciones con los EE.UU. De esta manera, Rodolfo F. Chiari se convierte en el primer (y único) presidente panameño que ha roto relaciones diplomáticas con los EE.UU. Por esto es que Roberto F. Chiari es llamado “El Presidente de la Dignidad”.
Tras la intervención de la OEA, el 3 de abril del mismo año, se firmó la declaración Moreno-Bunker, que acordaba reestablecer relaciones diplomáticas entre ambas naciones y negociar la eliminación de las causas del conflicto, sin limitaciones ni precondiciones.
La Historia se repite...Es una coincidencia histórica extraordinaria y notable que, 40 años después de los lamentables sucesos de la Huelga Inquilinaria y la invasión de los marines a petición del Presidente Chiari, sea otro Chiari, su hijo, en el mismo cargo, que toma una acción totalmente opuesta. En este caso, la historia se repite en espiral, sólo que los hombres, sus ambiciones y sus decisiones fueron diferentes. Ambos casos son ya, indelebles y ejemplares, grabados para siempre en la historia patria.
En ese marco, esta casa de estudios superiores participa con otras universidades en el desarrollo conjunto de programas, entre ellas de Francia, Arizona, Japón y España.

Montemayor rechaza que haya habido injerencia de política partidista en la Tecnológica. A eso se debe su eficacia, según su juicio, porque allí la labor de investigación y la carga académica da poco tiempo para "otros quehaceres políticos" más beligerantes.
"El tipo de formación de nuestros estudiantes y profesores facilita el análisis, la lógica, por lo que cuando existe un problema, sólo hay que sentarse a analizar sus causas. Si la persona se sienta a analizar, ya tiene ganada la mitad de la batalla", puntualizó el ex rector. Esto no ocurre en otras universidades porque su formación es más dogmática.
Con los grupos estudiantiles que suelen enquistarse en el poder y apoyando la figura de su rector, Montemayor enfatizó que en la Tecnológica sólo hay un centro estudiantil que una vez al año se somete a elección anual. El grupo que resulte favorecido administra el centro de estudiantes. No hay un número plural de centros, lo que facilita el trabajo conjunto.
Manejan, no obstante, fondos orientados a proyectos de modernización de la universidad.

"Mi mayor éxito ha sido lograr un equipo humano de muy buena calidad para la Universidad Tecnológica. Preparar a la gente para que enfrente los retos y desafíos de la educación superior". Ese también fue su mayor desafío.
También tuvo sus tragos amargos, según manifestó a este medio. No pudo negar que ha enfrentado problemas por "haber tocado el bolsillo de la gente".
Así, reconoció que una de sus mayores dificultades durante los 12 años como rector la enfrentó cuando logró, hace ocho años, la aprobación en el estatuto universitario de que para promocionarse como profesor titular cada cinco años, el aspirante tenía que hacer ejecutorias en investigación. Un punto por año, para ser más específico.
"Eso para mí era, es y seguirá siendo algo fundamental para el desarrollo de una universidad tecnológica", enfatizó.
Se aprobó. Sin embargo, cuando el tiempo pasó afectó a algunos docentes que no pudieron reclasificar porque no desarrollaron los puntos de investigación. En consecuencia, se produjo un movimiento de tal magnitud que pudo haber causado una desestabilización de la universidad y fue necesario replantear el asunto.
Lamentó que la propia dirigencia estudiantil estuvo de acuerdo en que se derogara ese punto del estatuto universitario. "La verdad es que me dolió mucho... mucho", recalcó, al tiempo que insistió sonriente en que "aprendí que cuando a la gente se le toca el bolsillo...".

Otro punto de lo que se considera orgulloso se relaciona con el patrimonio universitario, toda vez que cuando asumió el cargo la universidad contaba con un patrimonio de B/.7 millones, que se incrementó a más de 80.
"Tenemos ahora mismo una universidad con bases sólidas para proyectar, con una infraestructura básica y una buena actitud del personal", resaltó visiblemente emocionado este académico.
Ponderó algunos de los programas de la Tecnológica, como el de la universidad virtual, mediante el cual estudiantes de diversas provincias o incluso del exterior, pueden acceder, simultáneamente, a una materia dictada por un profesor que esté en otra provincia a través de la computadora. Todos pueden incluso, interactuar.
La estrategia del presente y del futuro ya no será aquélla en que la gente asiste adonde está el conocimiento, sino que el conocimiento va a donde está la gente, manifestó. Hacia eso se encamina esta universidad, que ya tiene unos 40 profesores entrenados para este fin.
Siguiendo esa línea, ya es posible que cualquier interesado en matricularse en la Universidad Tecnológica, lo haga con sólo acceder a su página web. También el curso de capacitación está en línea.

Héctor Montemayor informó a este medio que después del 3 de febrero, cuando tomó posesión el nuevo rector, continuará trabajando en la Tecnológica, específicamente en el área de las vinculaciones internacionales que faciliten el intercambio de conocimientos. También se dedicará a su empresa de consultoría, la que ha estado cerrada durante estos 12 años.
Rechazó de plano una futura reelección. "No me veo de nuevo en estos avatares", aseguró.

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