13 Feb
13Feb

Muerte de Remón, un crimen sin culpables - "ESPECTÁCULO DEPRIMENTE"

Archivos públicos de EU tienen documentos que revelan anomalías en las investigaciones del homicidio

WASHINGTON, D.C. --Quizás porque los estadounidenses sabían quién era el verdadero asesino del presidente José Antonio Remón Cantera, sus comunicaciones internas daban por hecho que era una farsa el juicio seguido a José Ramón Guizado, vicepresidente que tras el homicidio asumió la Presidencia.

Remón fue asesinado a balazos a las 7:30 de la noche del 2 de enero de 1955, en el hipódromo Juan Franco. Los archivos públicos del Gobierno de Estados Unidos contienen documentos que dan cuenta de las anomalías en las investigaciones del crimen y los procesos judiciales. Al final, no hubo culpables en la cárcel. Las dos personas que más tiempo estuvieron detenidas por el asesinato finalmente fueron liberadas.

Una de ellas fue Guizado, detenido y procesado por la Asamblea Nacional porque el abogado panameño Rubén Miró, quien confesó la autoría material, lo vinculó con el crimen. Miró estuvo dos años en la cárcel, hasta que fue absuelto por un jurado de conciencia. El 31 de diciembre de 1969 fue muerto a tiros. Guizado fue puesto en libertad después de la absolución de Miró.

Guizado culpable, un juicio manipulado

La Embajada de Estados Unidos en Panamá dudó desde el principio que hubiera suficientes pruebas contra Guizado y que el juicio en su contra cumpliría con las garantías del debido proceso.

Un cable fechado el 15 de enero de 1955, dirigido al secretario de Estado, señaló que aunque la Embajada no había tenido oportunidad de examinar todas las pruebas, las que se habían divulgado públicamente "parecen dudosas". Para marzo de 1955, ya los norteamericanos consideraban obvio que el gobierno "está haciendo todo lo posible por condenar a Guizado a como dé lugar" y que el juicio resultaría en un veredicto injusto ["a miscarriage of justice"]. Varios cables deploraron que la clase política panameña parecía aceptar con un alzar de hombros que un veredicto injusto era preferible al riesgo de un golpe de Estado por parte de quienes deseaban encubrir la verdad de los hechos.

Los funcionarios norteamericanos deploraron privadamente lo que les pareció "una campaña" burda para condenar a Guizado ante la opinión pública con linchamientos simulados y avionetas que desde el aire repartían fotografías de Guizado y Miró con el eslogan "los culpables tienen que ser castigados".

A la conclusión del juicio, cuando el diario New York Times publicó un editorial en el que elogiaba que se había hecho justicia en Panamá, el embajador Selden Chapin expresó enorme disgusto en un cable dirigido al secretario de Estado.

Lejos de ser "un modelo de rectitud y justicia imparcial", dijo Chapin, el juicio a Guizado fue "un proceso manipulado políticamente para remover a Guizado de la Presidencia, donde se condenó a Guizado aunque las pruebas no comprobaron que este estuvo implicado en el asesinato de Remón".

El Departamento de Estado en Washington respondió a Chapin diciendo que Guizado "no tuvo un juicio justo" y que todo el proceso había sido "un espectáculo deprimente".

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO