Manuel Antonio Noriega Moreno
(Panamá, 11 de febrero de 1934 -29 de mayo de 2017) fue un militar y político panameño. Fue dictador militar entre 1983 y 1989, cuando fue removido del poder por los Estados Unidos durante la invasión a Panamá.
Desde la década de 1950 hasta poco antes de la invasión estadounidense, Noriega colaboró cercanamente con la CIA. Noriega fue una de las fuentes de inteligencia más valiosas, así como una de las vías principales de armas ilícitas, equipo militar y dinero destinado a fuerzas de contrainsurgencia respaldadas por Estados Unidos en Centro y Sudamérica. Noriega también fue un traficante principal de cocaína, algo que sus colegas de inteligencia estadounidense supieron por varios años, pero que no lo detuvieron debido a su capacidad de cubrir operaciones militares en América Latina.
En 1989 los Estados Unidos invadieron militarmente Panamá, provocando numerosas muertes tanto de civiles como militares y causando el desmantelamiento de las fuerzas militares panameñas, el caos económico y social en el país y la posterior rendición y arresto de Noriega. En 1992 fue juzgado en los Estados Unidos y condenado a una pena de 40 años de reclusión, bajo la acusación de estar relacionado con el cártel de Medellín. La pena se rebajó posteriormente a 30 años y luego a 20 por "buena conducta". A principios de 2008 permanecía en una cárcel de Miami a la espera de que se definiera su situación. Francia solicitó su extradición, ratificada en enero de 2008 por un juez estadounidense. Noriega fue condenado en 2010 por la justicia francesa a siete años de cárcel por blanquear dinero del narcotráfico. Un juez francés le concedió la libertad condicional en septiembre de 2011, pedida por sus abogados, al considerar que Noriega había cumplido más de la mitad de su condena francesa: año y medio que llevaba detenido en Francia y los dos años y medio que permaneció detenido en Estados Unidos a la espera de la aprobación de su extradición a París. Noriega siguió en la cárcel parisina de La Santé hasta su extradición a Panamá el 11 de diciembre de 2011.
En 2017, fue operado para extirparle un tumor benigno localizado en el cerebro. Las autoridades panameñas le habían concedido el arresto domiciliario hospitalario por su estado delicado de salud hasta su fallecimiento a los 83 años.
Biografía
Primeros años
Nació en Guachimango (vereda de Panamá) en 1934. Recibe formación militar en la Escuela Militar de Chorrillos, Lima (Perú), graduándose como subteniente del arma de ingeniería, e ingresa a la Guardia Nacional (GN) al cumplir los 22 años (posteriormente transformada por él al alcanzar el generalato en las Fuerzas de Defensa de Panamá).
A los seis años de pertenecer a la GN, siendo jefe de la zona militar de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, con el rango de mayor, apoya la vuelta al poder del general Omar Torrijos Herrera tras un golpe encabezado por el coronel Ramiro Silvera Domínguez y el mayor Amado Sanjur Atencio cuando asistía a un evento hípico en la Ciudad de México, por lo que es ascendido a teniente coronel y nombrado Jefe del Servicio de Inteligencia o G-2 en reemplazo del teniente coronel Alejandro Araúz Valencia, el "Fulo". Se asegura que desde esta jefatura permitió el narcotráfico y se benefició del mismo. Según el autor Larry Collins, Noriega fue captado como agente de la CIA desde sus primeros años de militar, habiendo financiado sus actividades y colaborado en su ascenso final al poder.
Vínculos con el narcotráfico
En septiembre de 1985, el médico opositor Hugo Spadafora fue asesinado por las Fuerzas de Defensa de Panamá, al mando del dictador Manuel Antonio Noriega, por denunciar los vínculos del hombre fuerte con el narcotráfico, en especial por su "asociación" con el Cartel de Medellín. El cuerpo decapitado de Hugo Spadafora fue encontrado en la frontera costarricense-panameña. Al entonces presidente, Nicolás Ardito Barletta, después de comunicar al país que designaría una comisión investigadora, le obligaron a renunciar. El segundo al mando de las Fuerzas de Defensa, Coronel Roberto Díaz Herrera, fue pasado a retiro en 1986 por órdenes directas de Noriega. Díaz Herrera hizo declaraciones públicas en junio de 1987, acusando al General Noriega de fraude electoral en 1984, asesinato político y de complicidad en la muerte del General Omar Torrijos Herrera, fallecido en 1981, lo que generó fuertes protestas entre la población y la creación de un movimiento denominado Cruzada Civilista Nacional.
En febrero de 1988, en las ciudades de Tampa y Miami en Florida, EE. UU., fueron presentados cargos por narcotráfico contra Noriega; para entonces el presidente Del Valle intentó destituirle, pero la Asamblea de Representantes no estuvo de acuerdo, por lo que derrocaron a Del Valle, quien tuvo que huir a los Estados Unidos. Manuel Solís Palma, aliado del General Noriega y Ministro de Educación, fue entonces nombrado “Ministro Encargado” de la Presidencia.
Los EE. UU. comenzaron un bloqueo abierto contra Panamá, lo que ocasionó que la crisis económica, que se había estado viviendo desde hacía unos años atrás, empeorara aún más, llegando incluso al congelamiento de los bancos para evitar la fuga de capitales. Durante este tiempo los EE. UU. negociaron condiciones para el retiro del poder de Noriega, que no dieron frutos. A finales de septiembre del mismo año, Solís Palma se presentó ante la ONU acusando a los EE. UU. de agresión contra Panamá.
El 7 de mayo de 1989, tuvieron lugar las elecciones, en las cuales el principal candidato de la oposición fue Guillermo Endara Galimany y el candidato del Gobierno fue Carlos Duque Jaén. El pueblo fue en masa a las urnas, dando un triunfo arrasador a Endara. Al presentarse los resultados preliminares de la votación, la oposición hizo fuertes acusaciones de fraude y el pueblo se lanzó a la calle, ocasionando que el gobierno anulara los comicios por una "interferencia extranjera"; como respuesta la oposición inició protestas que fueron atacadas por la milicia partidaria de Noriega.
En septiembre de 1989, fue declarado nuevo presidente el ingeniero Francisco Rodríguez, allegado a Noriega. Al mes siguiente —el día 3 de octubre—, fuerzas rebeldes dieron un golpe a la cúpula militar, dirigidos por el mayor Moisés Giroldi Vera, de quien Noriega había sido padrino de matrimonio. Giroldi, jefe de la compañía de fusileros responsable de la seguridad de la Comandancia, había abortado ya un intento golpista contra Noriega y ello le valió ser ascendido a mayor, pero su intento por deponer al general fracasó ante su indecisión final cuando sus compañeros pedían su anuencia para dar muerte a Noriega y por falta del apoyo prometido por los EE. UU. La rebelión fue sofocada por las Fuerzas de Defensa y Giroldi fue asesinado, al igual que otros oficiales que le secundaron, en la llamada Masacre de Albrook.
Operación Causa "Justa"
Artículo principal: Invasión estadounidense de Panamá de 1989
Manuel Noriega con dos agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) a bordo de un avión de la Fuerza Aérea de los EE. UU.
La Asamblea Nacional otorgó poderes a Noriega designándole de manera formal como Jefe de Gobierno, mientras que declaraba a Panamá en estado de guerra contra los EE. UU., en aquel entonces bajo la presidencia de George H. W. Bush. El 19 de diciembre, alrededor de las 11:30 de la noche, comenzó simultáneamente el bombardeo a todos los objetivos militares en el país, dando inicio a la invasión militar estadounidense en territorio panameño. Bush anunció que sus fuerzas en Panamá tenían como objetivo capturar a Noriega y proteger «los intereses norteamericanos» en aquel país. La movilización militar tomó aproximadamente dos semanas y se calculan entre de 3000 y 5000 las bajas causadas, en su gran mayoría civiles de las áreas del Chorrillo. El nombre de la operación fue «Causa justa» [«Just Cause»]. La expresión del inglés Just Cause es ambigua y puede ser traducida al español como «Causa Justa» o como una expresión coloquial que hace uso de una abreviación popular al transformar «just because» en «just cause» y traduciéndose como «Sólo porque sí».
Noriega estuvo escondido durante unos días en la casa de su amante Vicky Amado, hasta que se trasladó a la Nunciatura Apostólica de Panamá el 24 de diciembre, amparado por el Nuncio Sebastián Laboa, quien aparentemente consiguió convencer al general de que se entregara junto con el jefe de su escolta o guardaespaldas.
En la casa de Noriega había 8.2 millones de dólares en bolsas del Banco Nacional de Panamá junto a su cartera, pasaporte y tarjetas de crédito, según Rene de la Cova (agente de la DEA).
Es de notar, sin embargo, un evento interesante que rodea a la captura de Noriega. Al enterarse que Noriega estaba amparado en la Nunciatura de Panamá, los militares estadounidenses rodearon el edificio e impidieron la salida o entrada de cualquier persona. Al percatarse de que Noriega no iba a salir voluntariamente, los militares estadounidenses aplicaron una táctica de guerra psicológica: tocaron Heavy metal a través de unos altavoces inmensos que rodeaban a la nunciatura sin interrupciones por tres días, hasta que el Nuncio logró convencer a Noriega para que se entregara a las fuerzas estadounidenses que rodeaban el edificio.
El 3 de enero de 1990, Noriega se entregó al ejército estadounidense; al día siguiente subió a un avión procedente de Miami, donde al llegar fue recluido en el condado de Miami-Dade en espera de juicio. Fue condenado a 40 años de prisión como prisionero de guerra, después de haber salido absuelto en sendos juicios por presunta participación en el ingreso a EE. UU. de cocaína y marihuana. Luego se le redujo la condena a 30 años.
Llama la atención que el sistema judicial estadounidense autorizó que se descongelaran 6 millones de dólares de la fortuna atribuida a Noriega, a fin de que pudiese sufragar los gastos de la defensa encabezada por el abogado Frank Rubino, cuando es inexplicable que pudiera poseer lícitamente esa cantidad.
Con la intervención militar estadounidense y el derrocamiento del régimen militar de Noriega, se ordenó la nulidad de lo actuado y la reapertura de la investigación del asesinato del médico opositor Hugo Sapadafora. En octubre de 1991, se solicitó llamamiento a juicio contra 10 personas. Tres de los encausados, Francisco Eliécer González Bonilla, apodado Bruce Lee; Julio César Miranda Caballero, apodado Muñecón, y Noriega renunciaron al derecho de ser juzgados por jurado de conciencia y optaron por un juicio en derecho. El 20 de octubre de 1993, el Tribunal Superior del Tercer Distrito Judicial sentenció a 20 años de prisión a los dos primeros como autores materiales y a Noriega como instigador. El fallo fue ratificado por los magistrados de la Sala Penal el 20 de diciembre de 1995. Es por esta condena que Noriega, quien estuvo preso en Francia por lavado de dinero, fue traído a Panamá nuevamente y estuvo privado de libertad en una cárcel panameña antes de morir.
En abril de 1992 se celebró un juicio en Miami, Florida, en el Tribunal Federal de Distrito para el Distrito Sur de Florida en el que Noriega fue juzgado y declarado culpable de ocho cargos por tráfico de drogas, crimen organizado y lavado de dinero, esto en parte gracias al testimonio rendido por Carlos Lehder, quien negoció su rebaja de pena.
A su juicio, Noriega con intención de defenderse mediante la presentación de sus presuntos delitos en el marco de su trabajo por los EE. UU. El gobierno se opuso a la divulgación de los fines para los cuales los Estados Unidos habían pagado a Noriega, ya que esta información fue clasificada y su divulgación va en contra de los intereses de Estados Unidos. En la fase previa al juicio oral, el gobierno ofreció estipular que Noriega había recibido aproximadamente 320 000 dólares de la Armada de los Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia. Noriega insistió en que «la cifra real se acercaba a los 10 000 000 de dólares, y que se debe permitir divulgar las tareas que había realizado para Estados Unidos». El tribunal de distrito sostuvo que «la información sobre el contenido de las operaciones discretas, en las que Noriega había contratado a cambio de los supuestos pagos, no era pertinente para su defensa». Además, establece que la presentación de pruebas sobre el papel de Noriega en la CIA podría «confundir al jurado».
Extradición a Panamá
En junio de 2011 el gobierno estadounidense dio su consentimiento a las autoridades francesas para su extradición a Panamá. El decreto de extradición le fue notificado al ex dictador panameño por la fiscalía de París el 29 de julio. El 23 de septiembre, un juez francés le concedió a Noriega libertad condicional para ser extraditado, pedida por sus abogados, al considerar que Noriega había cumplido más de la mitad de su condena francesa, pero permaneció en la cárcel parisina de La Santé hasta que se definió su extradición.
El exgeneral Manuel Antonio Noriega llegó a Panamá después de conocerse el 16 de noviembre la aprobación de EE. UU. para que fuese extraditado a este país. Una segunda audiencia, realizada el 23 de noviembre en el mismo tribunal, constató oficialmente que se cierra el procedimiento judicial y que la entrega a Panamá pasa a depender de la tramitación administrativa entre los gobiernos de Francia y Panamá.
Está aún pendiente de decisión ante la justicia italiana, una solicitud para que sea procesado el exgeneral Noriega por la muerte de Hugo Spadafora, por tratarse éste de un ítalopanameño, solicitud interpuesta antes que Francia decidiese extraditarle hacia Panamá. Fuentes diplomáticas francesas han explicado que una vez que la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París autorizó el envío de Noriega a Panamá, su extradición a este país es algo irrevocable sin que deba influir el trámite en Italia.
Una delegación de cinco personas, dos guardianes, dos representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y un médico viajaron a París para la repatriación de Manuel Antonio Noriega. La comisión oficial se reunió con las autoridades de la cárcel La Santé para realizar la revisión médica a Noriega de 77 años entonces, conjuntamente con los galenos del sistema penitenciario francés, con el fin de establecer su condición física previa al viaje de traslado a Panamá, a donde arribó el domingo 11 de diciembre de 2011, en un vuelo comercial de la aerolínea Iberia desde Madrid hasta el Aeropuerto Internacional de Tocumen. El traslado de Noriega desde la terminal aérea hasta el centro penal en el que fue recluido, se realizó vía aérea y luego fue examinado por un médico que certificó que requiere una evaluación posterior. Se le trasladó al Centro Penitenciario El Renacer para detenidos de escasa peligrosidad, por tratarse de un reo que tiene condiciones especiales.
El octogenario exmilitar debe afrontar condenas por los homicidios del médico opositor Hugo Spadafora y del mayor Moisés Giroldi, así como por la desaparición de otras dos personas, una de éstas Heliodoro Portugal —padre de la actual Defensora del Pueblo—, y acusaciones de violación a los derechos humanos, que suman 60 años de prisión; sin embargo, de acuerdo a la legislación penal panameña las penas no son acumulativas y en virtud de las leyes vigentes para cuando Noriega presuntamente cometió los crímenes, lo máximo que podría cumplir es 20 años de prisión. Además Noriega aspira a recibir el beneficio de "casa por cárcel", según sus abogados. Las leyes panameñas otorgan a los jueces la capacidad de conceder ese beneficio a los reos de más de 71 años, previamente aprobados por una junta multidisciplinaria. Su hija mayor, la abogada Lorena Noriega, junto con un equipo de abogados, han asumido la defensa del ex-hombre fuerte de Panamá.
Extradición provisional
La jueza Katerin Pitti otorgó la prisión domiciliaria provisional durante tres meses a Manuel Noriega debido a que padeció un tumor cerebral. La operación se llevó a cabo el 15 de febrero de 2017. También padeció de hipertensión arterial, secuelas de un accidente cerebrovascular, úlcera péptica y rinitis alérgica. Habitó esos tres meses en la capital de Panamá, en casa de su hija Sandra, hasta que se revisó la decisión de devolverlo a prisión, que se tenía pensado que se realizase el 28 de abril de 2017.
Muerte
Manuel Noriega falleció en la madrugada del 29 de mayo de 2017 a los 83 años de edad en el Hospital Santo Tomás de Panamá, tras haber estado en coma inducido desde marzo.
El abogado de Noriega, Ezra Ángel, informó de que el funeral sería privado, y no especificó el día ni tampoco a dónde sería trasladado el cuerpo. Posteriormente se pudo conocer que el cuerpo de Manuel Antonio Noriega fue cremado en una ceremonia privada y las cenizas le fueron entregadas a su esposa, Felicidad Sieiro de Noriega, dentro de una urna.