11 Sep
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El resplandeciente Palacio Presidencial de Panamá es la base del Poder Ejecutivo del país, pero también es la residencia oFIcial del presidente de turno. Localizado en el corregimiento de San Felipe, este edificio ha sufrido muchísimos cambios y sus inicios se remontan al año 1673, cuando el área de Casco Viejo fue fundada.

En aquella época, Panamá era dirigida por “oidores”, individuos que actuaban como magistrados y eran nombrados por la Corona Española. Uno de estos oidores, de nombre Luis Lozada Quiñones, adquirió un terreno de la nueva Ciudad de Panamá, cuya ubicación es donde hoy está la Presidencia. Quiñones mandó a construir una enorme casa con más de 22 recámaras, estilo colonial, que tuviera vista a la bahía y así pudiera fiscalizar el tráfico de barcos repletos de oro, los cuales provenían del Perú con rumbo a España.

Pasaron los años y el edificio fue uno de los más importantes de la naciente ciudad panameña, hasta el 21 de marzo de 1756, cuando un incendio destruyó parte de la estructura. Fue restaurado, pero perdió su importancia y pasó a ser un depósito hasta que se utilizó la instalación como una escuela de varones en 1872.

Tres años después, en 1875, los diputados de la asamblea panameña deciden que el edificio sería la residencia de los mandatarios de Panamá, en ese entonces Estado perteneciente a Colombia. El mismo fue debidamente reparado y se le añadió el famoso Salón Amarillo, habitación en donde toman lugares las recepciones o􀃗ciales, además de albergar las imágenes de todos los presidentes y gobernadores que ha tenido Panamá.

Para 1880, el inmueble contó con luz eléctrica por primera vez, servicio que fue mejorado a finales de 1896. En 1903, específicamente el 3 de noviembre (día que nos separamos de Colombia), pasó a ser de forma o􀃗cial el Palacio Presidencial de la nueva república de Panamá.

El cambio más considerable que experimentó la Presidencia fue en 1922, bajo el mando de Belisario Porras. Algunos de los cambios incluían añadir el segundo piso, remodelar el Salón Amarillo, el patio central y el comedor presidencial. Aparte, se construyó un tercer piso para que fuera la habitación de la familia presidencial. El arquitecto encargado de la remodelación fue el señor Leonardo Villanueva Meyer.

Respecto al nombre de Palacio de las Garzas, esto se debe a que el poeta Ricardo Miró le regaló dos garzas procedentes del Darién al presidente Belisario Porras, las cuales desde entonces hasta la actualidad caminan libremente por el patio central de la Presidencia.

En el año 1934, debido a la visita del presidente discapacitado de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, se procedió a instalar un elevador para que pudieran trasladarlo con mayor facilidad. Este elevador sería clausurado años después. En 1938, el presidente Juan Demóstenes Arosemena le encarga al pintor Roberto Lewis que decorara el comedor presidencial (conocido como Salón de los Tamarindos) con murales pintados en óleo, cuyas imágenes representan parte de la historia y cultura de Panamá.

El 9 de mayo de 1951, durante el segundo golpe de Estado en contra de Arnulfo Arias Madrid, la fachada frontal y algunas habitaciones quedaron con bastantes impactos de bala producto del tiroteo de aquel día.

En la década del 70 y 80, mandatarios como Aristides Royo, Manuel Solís Palma y Francisco Rodríguez mandaron a realizar unos cuantos cambios internos y restauraciones, aunque en menor grado.

En la invasión de 1989, la Presidencia fue allanada y custodiada por tropas estadounidenses, como parte de los operativos de la operación “Causa Justa”.


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