28 Aug
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Jeptha Braquer Duncan Guillén (1885-1977). Pedagogo, teórico del pensamiento liberal de principios de la República, ligado a las tareas de periodísticas en Panamá.

Nació en Las Cascadas, zona del ferrocarril transístmico, en la Provincia de Panamá, el 20 de febrero de 1885, durante la época en que el Istmo era parte de Colombia. Hijo del estadounidense Bazil B. Duncan y de la panameña María Teresa Guillén de Duncan, hizo su escuela primaria en la ciudad de Panamá, y la secundaria en los Estados Unidos, de 1898 a 1901 en el Worral Hall Military Academy en Peekskill, Nueva York. Esta institución recibía aspirantes a cadetes entre los ocho y los catorce años. Continuó sus estudios, hasta 1904, en Freehold Military School, institución que pasó a ser, en ese año, la New Jersey Military Academy, dirigida por el Mayor Charles M. Duncan.

Jephta B. Ducan obtuvo en 1905 una beca del gobierno panameño para estudiar en Francia, donde alcanzóel bachillerato en Letras, la licenciatura en Letras de la Universidad de La Sorbonne, y un diploma superior de Lenguas Vivas y Literatura Extranjera.

Más adelante, ya de regreso, contrajo nupcias con Luz María Román, de nacionalidad puertorriqueña.

Al regresar a Panamá, inmediatamente inició su carrera política dentro del Partido Liberal. Formó parte del equipo de trabajo del presidente Belisario Porras, y ocupó el cargo de subsecretario de Instrucción Pública entre 1912 y 1914, cargo que combinó con la enseñanza de la literatura inglesa en el Instituto Nacional, de 1914 a 1919. En 1918 fue nombrado secretario de Instrucción Pública, mientras que, al mismo tiempo, dirigía el diario El Centinela y más tarde El Tiempo, en 1919.

Desde sus innumerables cargos públicos, Jeptha B. Duncán contribuyó al establecimiento de un sistema educativo laico y público con presencia en todo el territorio nacional y sobre bases teóricas firmes, idea defendida por los liberales panameños de principios de siglo XX, en contraposición a la educación religiosa y elitista que solicitaban los conservadores.

Fue diputado de la Asamblea Nacional de 1924 a 1926 por el Partido Liberal, y miembro fundador de la Academia Panameña de la Lengua. A partir de la fundación de la Universidad de Panamá en 1935, entró al sistema educativo superior, y desempeñó el cargo de Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Educación. Durante el período de 1940 a 1942 fue Rector de la Universidad de Panamá, conocida en aquellos años como Universidad Nacional.

En su discurso de toma de posición de la Rectoría, planteó las funciones de la educación superior. Desde su perspectiva, la universidad es un centro de investigación y generación de conocimiento científico aplicable a la construcción de sociedades desarrolladas; el conocimiento aplicado, la investigación y la libertad son los pilares que construyen sociedades democráticas, según su propuesta.

Por otro lado, su aspiración era formar individuos de manera integral. Se negaba a la formación de egresados con conocimiento limitados a sus respectivas disciplinas. Todo egresado de la universidad debe poseer –afirmaba- además de los conocimientos requeridos, un saber profundo de las artes y humanidades en general, por lo que estos saberes deberían ser impartidos en todas las carreras.

Bajo su dirección, se organizó por primera vez un curso de verano. Trató de dotar a la Universidad de infraestructuras físicas como laboratorios y bibliotecas.

En 1944, el gobierno panameño lo consideró para el cargo de director de información del Ministerio de Relaciones Exteriores; y, en febrero de 1945, fue nombrado Presidente de la República en un episodio bastante confuso dentro de la historia política del país. La efervescencia eleccionaria de los años cuarenta llevó a un grupo de diputados a oponerse a la presidencia de Ricardo Adolfo de la Guardia, en vista de su negativa a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente o a escoger los Designados al Poder Ejecutivo (lo que hoy se conoce como vicepresidentes). Hubo arrestos e intimidaciones por parte del gobierno, un clima de agitación y de inestabilidad, lo cual llevó a varios diputados a reunirse en la localidad de Chivo-Chivo, para elegir, a puertas cerradas, a dichos designados. La selección recayó en Jeptha B. Duncan, Miguel Ángel Grimaldo y Alcibíades Arosemena, como primero, segundo y tercer designados. La asamblea de Chivo Chivo, como se le conoce, nombró presidente a Duncan. Sin embargo, el nombramiento careció de respaldo popular y, sobre todo, del apoyo dela policía nacional, único instituto armado del país, por lo cual no pasó de ser otro episodio más de la política panameña que no tuvo repercusiones. Eso sí, hay que notar que hubo dos presidentes de Panamá al mismo tiempo, como ocurriría años más tarde, en la época de los presidentes Roberto Chiari y Daniel Chanis.

En ese año 1945, Duncan fue nombrado ministro plenipotenciario ante la República Dominicana. En 1946, fue miembro del Directorio Nacional del Partido Liberal, de la Unión Iberoamericana, y fue nombrado presidente del Directorio Nacional del Partido Liberal Unido de Panamá.

En 1949, fue Ministro Plenipotenciario de Panamá en Haití, y embajador delegado de Panamá ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en los años de 1954, 1958, 1959, 1960 y 1961.

Entre sus obras se destacan las orientadas a la educación. En ellas hay una preocupación por la relación entre educación y formación del Estado. Desde su perspectiva, sistema educativo público es el sustrato a partir de la cual se construye la nación y la identidad nacional.

En uno de sus discursos, pronunciado en el aulamagna del Instituto Nacional, afirmaba que la contribución de Panamá en el conjunto de las naciones no es solo ser el puente que conecta dos mares y que facilita el comercio mundial, sino que su destino es mucho más integral. Panamá está llamado a convertirse en un centro que irradie cultura civilizatoria y donde brillen ejemplos de tolerancia y civismo. Para esto es necesaria la construcción, desde las aulas de clase, de un patriotismo que traspase la frontera, que origine amor y respeto por la humanidad. Duncan se oponía al patriotismo tradicional, el egoísta, que considera lo propio como superior y que mira con desprecio a todo lo extranjero. El principal reto de la educación pública, afirmaba, era erradicar ese tipo de patriotismo nocivo. Para calcular la dimensión de este pensamiento tómese en cuenta que vivió buena parte de su vida durante las dos guerras mundiales y, después, durante la posguerra.

En el discurso en conmemoración del día del maestro dictado en 1927 -época difícil desde el punto de vista económico y social para los panameños- se opuso rotundamente a que la educación se convirtiera en reproductora del orden social existente, pues esta debía transformar al individuo y contribuir a la formación de sujetos con criterios e ideas propias. La pluralidad de ideas, pensaba Ducan, es fundamental para la construcción de sistemas democráticos estables.

Fue condecorado por Francia con la Legión de Honor en 1953. Diez años después, el gobierno de Italia lo condecoró con la Orden al Mérito de la República Italiana, en el grado de Gran Oficial. La Academia Panameña de la Lengua le ofreció un homenaje público el 15 de julio de 1971.

Jeptha B. Duncan forma parte, junto a Carlos Antonio Mendoza Soto (1856-1916), Belisario Porras Barahona (1856-1942), Eusebio Antonio Morales Mogollón (1865-1929), Guillermo Andreve Icaza (1879-1940), José Dolores Moscote (1879-1956), Ricardo J. Alfaro (1882-1971), Octavio Méndez Pereira (1887-1954) y José Daniel Crespo Peña (1890-1958), del conjunto de pensadores que le dieron forma y contenido particular al liberalismo panameño en la primera mitad del siglo XX.

Jeptha Braquer Duncan Guillén falleció en la ciudad de Panamá el 23 de agosto de 1977 a los 92 años de edad.

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