Iglesia Santa Librada, Las Tablas, Los Santos
Es muy difícil comprobar la fecha exacta del surgimiento de la Iglesia de Santa Liberata o Librada, debido a que las bases solidas para sustentarla son los relatos y testimonios de la gente, que están llenos de verdades y hasta cierto punto de hechos de dudosa seriedad, pero lo que es cierto es que en Las Tablas había una pequeña ermita de la cual se desconoce el lugar exacto donde se encontraba a orillas de la quebrada La Ermita, dedicada a la Santa Cruz. Testigos aseguran que estaba ubicada en el barrio de Punta Fogón, el sitio más poblado de la aldea establecida por los primeros labradores españoles, favorecida por la cercanía a la quebrada cubierta por frondosos árboles. Estos terrenos ocupan hoy las casas y patios de las familias; De León, Cedeño, Espino, Batista, González Ruiz, entre otros de diferentes apellidos. Se estima que en ese sitio pudo haber sido construida la Ermita de la Santa Cruz, sin duda alguna, por lo que dio motivos para llamar a la quebrada, La Ermita.
En esta Ermita (((Una ermita era originalmente un lugar de oración y recogimiento que permitía a un fraile o ermitaño poder cultivar en paz su propia vocación particular.))), los curas ‘doctrinarios' procedentes de La Villa de Los Santos, venían ocasionalmente a enseñar la Doctrina Cristiana y los deberes para con Dios, con la Iglesia y con el rey de España.
A raíz de los sucesos del 28 de enero de 1671, cuando el pirata Henry Morgan, saquea y destruye la ciudad de Panamá, familias pudientes, en un destartalado galeón, se lanzan al mar llegando a Mensabé e instalándose en la Ermita en febrero de 1671. Obtuvieron gran acogida por los aldeanos, por lo que decidieron establecerse allí; sitio protegido por la naturaleza libre de la piratería, era un sitio muy seguro, escondido, totalmente desconocido. Se asume que los prófugos de las circunstancias tenían referencias de este paraje, por lo que construyeron sus casas con la madera del viejo galeón, con paja, barro y otros elementos de la región. Existen claras evidencias escritas a mano por el maestro de escuela don Pantaleón de León Peña, que el pueblo de Las Tablas fue fundado el 19 de julio de 1671, bajo el nombre de Santa Liberata de Las Tablas. Es importante señalar que los fugitivos de Panamá que llegaron en el viejo barco, solo tenían seis meses de haber construido e instalado sus casas al este de las de las pocas existentes de la Ermita.
En aquellas fechas aún no se había construido la iglesia, pero sí era pública la devoción a Santa Liberata, constituyéndola como la indiscutible patrona de los tableños. Este hecho nos hace suponer que el proyecto e inicio de la ejecución de los trabajos de construcción de la iglesia fue de inmediato. Sabían que una obra de esta naturaleza, por más pudientes y ricos que fueran los recién llegados, significaba no solo mucho trabajo, sino esfuerzo, debido a los medios rudimentarios para transportar los materiales, las técnicas de construcción con que contaban, seguramente los obligó a construirla por etapas.
Aún cuando se han encontrado inscripciones talladas en piezas de madera de la iglesia, que se refieren al año 1679, se estima que esa fecha corresponde al año en que se instaló el Altar Mayor bajo techo y corresponde a la primera etapa de la construcción de la Iglesia de Santa Librada de Las Tablas.
Bajo el patronazgo de Santa Librada, esta iglesia que data del siglo XVIII, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1954.
La construcción de esta importante iglesia católica fue concluida el 9 de marzo de 1789 en estilo barroco, pero todo el edificio tuvo que ser reconstruido a causa de un temblor ocurrido el 25 de noviembre de 1802.
Posteriormente, en el año 1958, un fuego que inició por el contacto entre una vela y el vestido de una de las imágenes, consumió gran parte de la estructura.
Dice la Leyenda que...
Los recién llegados españoles se dirigieron hacia el centro de lo que hoy es la Península de Azuero, en busca de algún poblado español; y en el centro de unas rocas, adornada por los rayos del sol, con la cara bella y radiante, vieron la imagen de una santa. Los admirados españoles cayeron de rodillas ante la sublime aparición como movidos por un resorte, al reconocer que la bella estatua de piedra que tenían en frente, era la imagen de la joven mártir gallega, Santa Librada. Entonces los españoles se llevaron la imagen a su campamento, pero ésta desapareció. Una y otra vez la trataron de llevar al campamento y una y otra vez la imagen regresaba al montículo de piedra; ante esto, los españoles entendieron que la santa quería que se establecieran en esa zona.