19 Sep
19Sep

Guna Yala es una comarca indígena en Panamá, habitada por la etnia Guna. Antiguamente la comarca se llamaba San Blas hasta 1998 y Kuna Yala hasta 2010. Su capital es El Porvenir. Limita al norte con el mar Caribe, al sur con la provincia de Darién y la comarca Emberá Wounnan, al este con Colombia y al oeste con la provincia de Colón.

El área fue formalmente conocida como San Blas, junto con el nombre autóctono de Kuna Yala, pero se cambió en octubre de 2011 cuando el Gobierno de Panamá reconoció la afirmación del pueblo Guna que en su lengua materna no existía el fonema para la letra "K", y que el nombre oficial debería ser "Guna Yala". Guna Yala en lengua guna significa "Tierra Guna" o "Montaña Guna".

Mediante ley del 4 de junio de 1870, de Colombia, fue creada la Comarca Tulenega, que incluía además del actual territorio de la Comarca Guna Yala, el de varias de las comunidades de la comarca de Wargandí, como Mortí, Asnadi y Sogubdi, así como también el de comunidades de la comarca de Madugandí, como Tiuarsicuá, y las comunidades Guna de Colombia, como Tanela y Arquía. La extensión territorial de la Comarca Tulenega abarcaba desde la provincia de Colón llegando hasta el golfo de Urabá, Colombia. La jefatura de gobierno de la comarca era ejercida por un comisario general, nombrado por el gobierno central. La ley reconocía además a los Guna, la propiedad de la tierra en la Comarca.

Tras la separación de Panamá en 1903, fue completamente desconocida la Ley de 1870, y además, el territorio de la anterior comarca, quedó dividido de hecho, en dos partes: la parte mayoritaria quedó en la nueva nación panameña, mientras que una pequeña porción quedó en Colombia.

La suspensión de la comarca, las concesiones bananeras, la incursiones de personas ajenas al pueblo Guna en busca de oro, caucho, tortugas marinas y los abusos de la policía colonial causaron gran descontento entre los nativos y provocaron, el 25 de febrero de 1925, la Revolución Guna, dirigida por Nele Kantule de la localidad de Ustupu y Ologintipipilele (Simral Colman) de Ailigandí. Los Guna armados, atacaron a los policías en las islas de Tupile y Ugupseni, ya que éstos eran acusados de suprimir las costumbres gunas y realizar abusos en varias comunidades. En esta revolución Guna se proclamó la efímera República de Tule, separándose del gobierno central panameño por algunos días.

El tratado de paz posterior, estableció el compromiso del gobierno de Panamá de proteger los usos y costumbres Gunas. Los Gunas a su vez, aceptaban el desarrollo del sistema escolar oficial en las islas. La brigada policial sería expulsada del territorio indígena y todos los prisioneros liberados. Las negociaciones que pusieron fin al conflicto armado, constituyeron un primer paso para establecer el estatus de autonomía de los Guna y recuperar la cultura que se estaba perdiendo.

Con base en el artículo 5° de la Constitución de 1904, que dice que permite que la ley cree divisiones políticas con regímenes especiales o por razones de conveniencia administrativa o de servicio público, la legislación sobre territorios indígenas en Panamá comenzó a ser definida con el establecimiento de la Comarca de San Blas por medio de la ley Nº 2 del 16 de septiembre de 1938,3 incluyendo áreas de las provincias de Panamá y Colón, y luego, con la definición de sus límites y administración mediante la Ley Nº 16 del 19 de febrero de 1953. Su nombre fue cambiado a Kuna Yala mediante ley Nº 99 de 23 de diciembre de 1998.

Actualmente, de acuerdo con el fallo de la Corte Suprema de Justicia, del 23 de marzo de 2001, las Comarcas tienen una organización político-administrativa distinta e independiente a la de los Distritos y Corregimientos. Las Comarcas se rigen de acuerdo a las instituciones especiales propias; y según resolución de Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, del 6 de diciembre de 2000, una de las instituciones es el consentimiento de los pueblos indígenas en los proyectos que pretendan desarrollarse en sus territorios

Durante los primeros veinte años de Panamá como país independiente, los gunas tuvieron serias diferencias con los gobiernos nacionales, porque intentaban erradicar su cultura, irrespetaban sus costumbres y a sus autoridades indígenas, aparte querían despojar sus tierras y eran ultrajados por los intendentes y los policías coloniales (un colono para un indígena, es un no indígena). Este hecho está ligado a un incidente el 20 de abril de 1921, que se escenificó en Narganá y Corazón de Jesús un movimiento de occidentalización a las mujeres, que consistía en cambiarles de ropa, quitarles el aro de oro puro de la nariz, las planchas de oro de alto quilate, los abalorios, los güines y los collares de moneda que usaban de adornos. Pero una mujer se escapó de Narganá y huyó hacia Río Azúcar, de donde provenía. La policía en represalia mantuvo encarcelado a sus hijos y a su yerno, quien fue liberado para que la fuera a buscar.

Ese día, en Río Azúcar había un congreso indígena y allí se decidió no dejar ir a la mujer, por lo que el sáhila en nombre de la comunidad le envió un mensaje a los policías diciéndoles que no fueran a buscarla. Los policías no hicieron caso al mensaje y enviaron esa misma noche una comisión a Río Azúcar de dos policías coloniales y tres policías indígenas. Al intentar detener a algunos de los parientes varones de la mujer, empezó la batalla y murieron tres moradores del pueblo; dos policías indígenas y los otros fueron heridos con machete ferozmente cuando huían en un cayuco. Los cadáveres de los policías se dejaron en el agua, amarrados a un palo enclavado en la arena, hasta que llegaron a recogerlos sus familiares.

El ambiente siguió tenso hasta enero de 1925. Juan Demóstenes Arosemena era el gobernador de la provincia de Colón y sentía preocupación por la información que le había suministrado el intendente de San Blas, Andrés Mojica, sobre un supuesto movimiento independentista entre los indígenas, por lo que se decidió comunicarle al secretario de Relaciones Exteriores, Horacio F. Alfaro, que siguiera de cerca las acciones de los estadounidenses: la misionera Anne Coope y el explorador Richard Oglesby Marsh. Precisamente Marsh fue el impulsor de la "independencia". A su regreso a Panamá en enero de 1925, encontró un conflicto entre policías e indígenas a punto de estallar, por lo que pidió la intervención de militares estadounidenses de la Zona del Canal, para que ejercieran un protectorado, y redactó la Declaración de independencia y derechos humanos del pueblo Tule y Darién. Marsh obtuvo el apoyo del embajador estadounidense, quien ayudó que el gobierno panameño firmara un acuerdo de paz que garantizara los derechos humanos y políticos de los gunas.

La situación se agravó hasta el 12 de febrero de 1925, en la que se celebró un congreso Guna en Ailigandí, en donde se reunieron los principales. Las discusiones duraron 26 días y se decidió proclamar la República de Tule, y se fijaron los límites territoriales. De esta sublevación surgió una bandera, la cual fue confeccionada por Waga Ebinkili (María Colman), nieta del cacique Simral Colman. La misma tenía un diseño rectangular con franjas. El centro era de color amarillo y con una figura esvástica.

El 21 de febrero, 10 días después de la declaración de independencia, en medio de las fiestas de Carnaval se desató la revolución indígena que se extendió hasta el 27 de febrero, la cual estuvo encabezada por Nele Gantule y el cacique Colman. Se cuenta que los sublevados indígenas viajaban en cayucos desde Ailigandí y Cartí con el propósito de atacar los cuarteles de la Policía Nacional en Playón Chico, Río Tigre, Tigantigí, Narganá, Ugapa y otros puntos del archipiélago, y ejecutaron gran parte del contingente policial. El saldo fue de 27 muertos.

El 4 de marzo, con la presencia del ministro estadounidense, John G. South, se firmó el acuerdo de paz con los indígenas y se les prometió un mejor trato respeto a sus costumbres; no imponerles el establecimiento de escuelas, y se les aseguraba la misma protección y los mismos derechos de que gozan los demás ciudadanos. Los indígenas en cambio, se comprometieron a deponer las armas, a retirar la declaración de independencia y acatar las leyes de Panamá.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO