Francisco “Chico Purio” Ramírez - orgullo panameño.
Francisco “Chico Purio” Ramírez nació en el pueblo de Purio de Pedasí un 24 de julio de 1903. Desde muy joven, Chico Purio tuvo un afán desmesurado por aprender el arte del violín. A base mucho esfuerzo y sacrificio llegó a ser uno de los más sentimentales compositores y ejecutantes del violín en nuestra música típica.
A pesar de que Chico sólo estudió hasta segundo grado, aprendió a escribir y leer música a la par que cualquier miembro de la la Orquesta Sinfónica Nacional. Se le recuerda montado a caballo con el violín en un saco rumbo a Pocrí donde se encontraba su maestro Juan Gómez, de quien aprendió a escribir y leer música y a ejecutar con maestría el violín. Se cuenta que tras 6 meses formándole, un día el maestro Juan Gómez le dijo “Chico, ya no vuelvas más…”. En tan breve periodo de tiempo Chico adquirió todos los conocimientos que le pudo ofrecer su maestro. Pronto Chico Purio se coinvirtió en un músico muy solicitado en todo tipo de bailes, festejos y las conocidas “farras” en las que se hallaban casi siempre Ulpiano “Sombre” Herrera, Justino “Cortecito” Cortez, Escolástico “Colaco” Cortez, Abraham Vergara, Sergio Moscoso o los acordeonistas Dorindo Cárdenas o Alfredo Escudero. Chico Purio siempre fue una persona sonriente y jocosa, graciosamente pícara y sobre todo sacrificadamente amigo.
En el ocaso de su vida, una enfermedad fue cruel privándole del oído y posteriormente de la memoria. Falleció en el año 1988. En el parque de Purio se levantó un monumento a su memoria, y ahora se ha querido honrar su memoria en el Concurso de Violines de Pedasí que llevará su nombre. Junto a José de la Rosa Cedeño, Chico Purio Ramírez es considerado el Padre del danzón cumbia panameño, una de las modalidades musicales panameñas más complejas y ricas en cuanto a su melodía.
Entre sus creaciones musicales cabe mencionar “Las flores del camino”, “El barranco del Río Muñoz”, “Quien me va a querer”, “Me voy de mi tierra”. “Edicta no me quiere”, “Silvia no me quiere”, “Lucero del sur”, o sus famosas composiciones “Chico quiere a Deya” o “Sentimientos del alma” con letra de Leónidas Cajar.