Escritores Panameños y sus obras
Dario Hernández (1870-1914)
Nació el 28 de julio de 1870 en la ciudad de Panamá. Viajó por varios países sudamericanos, especialmente Perú, Chile y Argentina. Se radica en Buenos Aires, en donde frecuenta los ambientes literarios y vive dedicado al periodismo y a la enseñanza de la literatura. En 1904 se embarca para Francia con el fin de ocupar el cargo de cónsul en Saint-Nazaire, pero sus aspiraciones se ven frustradas por motivos de salud. En 1908 estuvo en México y allí se desenvuelve como periodista desde las columnas de El Imparcial. Fue cónsul en Callao y Valparaíso, ciudad en la cual muere el 10 de junio de 1914.
Darío Herrera se destaca sobre todo en el género narrativo, aunque en vida es reconocido sobre todo por su poesía. Gozó de prestigio continental y disfrutó del aprecio de los mejores escritores de su época.
La obra poética de Herrera se caracteriza por una marcada influencia “rubendariana”, y al igual que los parnasianos, demuestra una constante preocupación léxica y formal.
Como escritor realizó el primer cuento publicado por un panameño Horas Lejanas (1903). Otra obra importante son su colección póstuma de poemas Lejanías (1971), que fueron muy influenciadas por el estilo de Rubén Darío.
RICARDO MIRÓ (1883-1940)
Escritor panameño considerado como la figura más representativa de la poesía de Panamá. Nació en la ciudad de Panamá en 1883. A los quince años viaja a Bogotá para hacer sus estudios, sin embargo se ve obligado a regresar a Panamá debido a la Guerra de los Mil Días en 1899. Publica sus primeros versos en una revista llamada El Heraldo del Istmo donde trabajó durante 10 años.
Luego viaja a España donde desempeña el cargo de cónsul de Marsella, en 1909 publica su poema Patria, donde resalta la nostalgia que siente al encontrarse lejos de su tierra. Regresa a Panamá donde desempeña cargos como director de los Archivos Nacionales (1919 – 1927) y secretario de la Academia Panameña de la Lengua (1926 – 1940).
Desempeñó otros cargos públicos, entre ellos el de director de los Archivos Nacionales. Fue secretario perpetuo de la Academia Panameña de la Lengua. Muere el 2 de marzo de 1940.
OBRAS: Preludios, Los Segundos Preludios, La Leyenda del Pacífico, Caminos Silenciosos, Antología Poética; escribió cuentos y dos ensayos de novela: Las Noches de Babel y Flor de María.
GASPAR OCTAVIO HERNÁNDEZ (1893-1918)
Nació el 14 de julio de 1893. Joven de extracción humilde, no completa estudios primarios porque trabaja para ayudar al sustento su familia. En 1904, en el transcurso de un mes, se suicidan dos de sus hermanos. Cuatro años más tarde, el 14 de noviembre de 1918, Gaspar Octavio Hernández muere de tuberculosis en las oficinas de la Estrella de Panamá.
Es el más joven poeta de la República y en el que se arraiga mayormente la influencia modernista. En su poesía se distinguen los siguientes temas: la injusticia, la nacionalidad, el tema popular y la condición social. Al igual que Federico Escobar, Gaspar Octavio Hernández hace alusión en su poesía a su condición de color de piel dentro de una sociedad dominada por los blancos.
El tema de la nacionalidad y los temas populares los abarca en poemas tales como: Azul, Canto a la Bandera y Cantares de Castilla de oro. En su poema La Cabeza de Vasco, exalta la figura del “descubridor” del Mar del Sur y relata su muerte a manos de Pedrerías Dávila, gobernador de la época.
Escribió varios cuentos, de bien lograda factura, y en algunos acertó a lograr un estilo agudo de penetrante y profundo humorismo. Su personalidad literaria perdurable tiene como fundamento más sólido sus poemas patrióticos, especialmente el “Canto a la Bandera” y sus motivos de la naturaleza y del amor. Publicó “Melodías del Pasado”, en 1915; “Cristo y la mujer de Sichar”, en 1918; “La copa de amatista”, en 1923; e “Iconografías” en 1916. Periodista profesional, colaboró en las revistas literarias de su época, fue Director de Menphis y Jefe de Redacción de “La Estrella de Panamá”.
AMELIA DENIS DE ICAZA (1836-1910)
Hija de padre francés y madre panameña, recibe sus estudios primarios en la Primer Escuela Elemental de Niñas, en Santa Ana. De pequeña tenía mucha afición a la literatura y elaboraba poesías, dándole la formación cultural que desarrollaría años más tarde. Publicó de joven varias poesías en la revista La Floresta Istmeña. Nació en la ciudad de Panamá, el 28 de noviembre de 1836.
Su formación cultural la debe a su hogar y al esfuerzo particular. Su poesía se distingue por un profundo sentido social y político.
Estuvo en Guatemala por casi dos décadas; colaboró con algunos periódicos como Trabajo y Bien Público bajo el seudónimo de Elena.
Por motivos familiares, tuvo que trasladarse a Nicaragua en 1894 donde vivió hasta su muerte. En este período ella dedicó muchas poesías a personas muy allegadas a ella.
En sus poemas se describe un especial patriotismo y sinceridad; con un fuerte contenido político y social donde polemiza con la sociedad de manera tajante. Su poema más importante es Al Cerro Ancón, en donde muestra su disgusto por la creación de la Zona del Canal, por los Estados Unidos, el cual fue necesario para que Panamá pudiera surgir como nación. Otros poemas fueron Patria, Hojas Secas, Amor de Madre (1879), A la Muerte de Victoriano Lorenzo, entre otros.