El Partido del Pueblo [El comunismo en Panamá]
Alvaro Menéndez Franco trae a recuerdo una serie de hechos que allanan el camino de la creación del Partido del Pueblo. A partir de 1942 -dice- “se producen acontecimientos que variaron el rumbo de los partidos comunistas. La línea stalinista pasó de Moscú a Nueva York donde el dirigente del Partido Comunista de los Estados Unidos, Earl Browder la transmitió a Cuba, donde estaba la sede de Buró del Caribe. Dos delegados de dicho organismo visitaron Panamá y explicaron la línea a los comunistas panameños. Estos decidieron auto-disolver el partido y fundar uno nuevo, amplio, con participación de todas las personas antifascitas. Así nació en 1942 el Partido del Pueblo. En la misma línea los “pueblistas” como se hicieron llamar hasta 1950, apoyaron el derrocamiento del gobierno de Arnulfo Arias, sobre quien pesaba la acusación de “pro-nazi”, por haber sido embajador en Alemania en los años del surgimiento de hitlerismo”.
Federico Britton se refiere a la Segunda Guerra Mundial, y menciona que en que Panamá también se disuelve el Partido Comunista, como en otros países de América Central y el Caribe, y se forma el “Partido del Pueblo”. En su obra “historia del Partido Comunista de Panamá (1930-1943)”, César del Vasto revela que “Resolución por la cual se disuelve el Partido Comunista de Panamá” lleva como fecha el 11 de septiembre de 1943. La misma fuente dice: “Un último acto del partido en este año antes de liquidar al Partido Comunista, fue la participación de varios miembros de su juventud en la Fundación de la Federación de Estudiantes de Panamá, en ese año de 1943. Principalmente de los hermanos Rubén Darío y Cleto Sousa y Hugo Víctor.”
EN LA FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES DE PANAMÁ (FEP)
La década del 40 perteneció a los estudiantes. Los emergentes liderazgos de la juventud manaban de las aulas. Alvaro Menéndez Franco, describe que “en febrero de 1942 elementos de la izquierda universitaria, en alianza con cristianos y arnulfistas llamaron a la primera huelga universitaria, la cual redundó en la consecución de la Ley de Autonomía Universitaria, y en octubre de 1943 la fundación de la Federación de Estudiantes de Panamá”. Agrega que “dentro de la Federación de Estudiantes, el Partido del Pueblo tuvo a importantes líderes como Luis Ayala Gómez, Mario Velásquez, Daniel Meléndez, Juan Materno Vásquez, Rómulo Escobar, Adolfo Benedetti, Everardo Tomlinson, David Acosta, Santiago Gutiérrez, Belisario Herrera, Eugenio Barrera, Salomón Cheren, Mario Cunninghan, Samuel Gutiérrez, Gerardo González y muchos otros”. Humberto Ricord, ideólogo reconocido de la época, rememoró: “Habíamos fundado la Federación durante las huelgas de 1943 y 1944; dirigida por nosotros porque estuve en ese núcleo.” Nuevamente Menéndez Franco, evocó que “como la FEP era un organismo de todos los estudiantes y no un partido, en sus filas se movían otras fuerzas como el Frente Patriótico de la Juventud a partir de 1945”. Los Comunistas no fueron ajenos a todo esto.
Dice el Partido del Pueblo, en una Conferencia dictada en ocasión su aniversario de Fundación: “Somos fundadores de la Federación de Estudiantes junto con otras fuerzas”. Rubén Dario Sousa Batista, aun hoy el máximo jefe del Partido del Pueblo, narró en reciente entrevista que la Federación de Estudiantes se fundó en la década de los cuarenta, porque “había un repunte del movimiento democrático sobre todo en la cuestión de educación”. Luego aconteció el rechazo a las bases estadounidenses. Ya estamos en 1947. Cuenta que ese movimiento permitió a los comunistas “ganar autoridad en la Federación de Estudiantes”, porque dirigieron a los estudiantes en la calle. Lograron ganar la dirección de la Federación de Estudiantes. Recuerda también que, su hermano, Cleto Sousa, por ejemplo, “fue uno de los dirigentes de la Federación; logramos la dirección de un organismo de masas”.
NUEVA DIRIGENCIA DEL PARTIDO DEL PUEBLO
Alvaro Menéndez Franco, en su ya citado escrito evocó que “a partir de 1944 el Partido del Pueblo elige como su secretario general al joven abogado Doctor Celso Nicolás Solano quien, en unión con Luis Alberto Franco y Carlos Del Cid, habían sido expulsados de Colombia. A Solano lo acompañan el Ingeniero Hugo Víctor, el pequeño empresario Rubén Darío Souza, el historiador Doctor César De León E., los líderes obreros Domingo Barría, Marta Matamoros, Ángel Gómez, Juan Nieto, Luter Tomas, Rafael Hill, Rubén Darío Herrera y Nepomuceno González. Un papel destacado asume a partir de 1949 el poeta y folklorista veraguense Carlos Changmarín. El Partido del Pueblo en alianza con el Frente Patriótico y las Juventudes Independientes (panameñistas) logra el rechazo del Tratado Filos-Hinnes de bases militares de Estados Unidos en Panamá. Con sus filiales en Bocas del Toro y Puerto Armuelles lograron organizar en la clandestinidad el Sindicato de Bananeras. Llegaron a la legalidad después de 1960. También el Partido del Pueblo encabezó luchas en Colón, particularmente en el Sindicato de Empresas Eléctricas. La lucha del Frente Patriótico, encabezada por el Doctor Eloy Benedetti contra la compañía Boston Coconut Company en el sur de Veraguas contó con el apoyo de la Juventud Popular Revolucionaria (juventud comunista) hasta 1942. El Partido del Pueblo empezó una tarea dura y peligrosa de organizar a los campesinos en las llamadas Ligas Campesinas. En el frente sindical Domingo Barría, Ángel Gómez, Marta Matamoros, bajo la orientación del intelectual Miguel Porcell, reorganizaron el movimiento obrero, a través de la Federación Sindical. Entre 1949 y 1952 el Partido Comunista (pueblistas) recibió duros golpes jurídicos y políticos por parte del gobierno de Arnulfo Arias y en seguida, del gobierno del Coronel José Antonio Remón. Arias emitió un decreto poniendo fuera de ley los seis partidos municipales que formaban el refundido Partido del Pueblo. Su local frente a la Compañía de Fuerza y Luz en la capital fue asaltado por la Policía Secreta. Su biblioteca y archivo fueron decomisados. Remón fue más lejos al promulgar una Ley contra Espionaje e iniciar un “macartismo criollo” eliminando a catedráticos universitarios, profesores de secundaria y maestros de primaria. La persecución llevó a las prisiones a varios líderes y otros como César Huertas, abandonaron el país a través de Centroamérica”.
LEY ANTICOMUNISTA DE 1953
Federico Britton, haciendo referencia a lo que Menéndez llamó “Mcartismo criollo”, remarcó que la ley anticomunista, llegó a prohibir a quienes profesaran la ideología política comunista, se abstuvieran de ejercer la enseñanza. Según Britton, víctimas de esa disposición fueron Hugo Víctor, Carlos Changmarín y el profesor César De León. Una fuente indica incluso que, el profesor De León, se vio obligado a “vender huevos”, para sobrevivir. Efectivamente durante el gobierno de Remón se prohibió a los profesores comunistas enseñar. Así quedó plasmado en la Ley No. 43 de 23 de diciembre de 1953 “por la cual se declaran ilícitas y violatorias de la Constitución Nacional en la República, las actividades totalitarias tales como el Comunismo”. Su texto era portador del anatema: “Decláranse nocivas a la salud de la Patria y violatorias de la Constitución Nacional, las actividades totalitarias que se desarrollen en el país particularmente aquellas que se llevan a efecto en las instituciones docentes con el propósito de descarriar las mentalidades de las nuevas generaciones”. En su artículo 2 se decía: “Declárase ilícita y nociva a la salud de la patria y violatoria de la Constitución la formación de partidos, organizaciones o grupos totalitarios, tales como el comunismo”. En el tercero se ordena que “no podrá trabajar en el Gobierno Nacional(...) ni formar parte de los organismos oficiales, (...), ninguna persona a quien se le compruebe pertenecer o colaborar con partidos, organizaciones o grupos totalitarios, tales como el Comunismo”.
VIRAJES DEL SOCIALISMO A INICIOS DE LOS SESENTA
Una serie de hechos acontecidos a fines de los cincuenta e inicios de los sesenta, dejan ensayar la idea de que el movimiento socialista en Panamá estaba ad portas de experimentar un profundo viraje. El triunfo de la revolución cubana, animó rebeliones armadas en 1959 en Panamá, por un lado, y el creador del Partido Socialista, Demetrio Porras, abandona su militancia activa, por el otro. Grandes virajes. Estos son solo dos aspectos de importancia, mismos que, aunados a una creciente beligerancia de otros grupos de izquierda, el creciente activismo por reclamos de soberanía en el Canal de Panamá, y una serie de movilizaciones populares, confirman los cambios que, como pasto para las llamas, encendían al socialismo panameño. Ricaurte Soler en “El pensamiento político en los siglos XIX y XX Panamá, 1988”, asegura que “coincide con la eclosión de la Revolución Cubana (1959) la decisión de Demetrio A. Porras (1897-1972) de abandonar la militancia activa. Deja en manos de un grupo de jóvenes radicalizados, a principios de la década del sesenta, la dirección del Partido y la tarea de reorganizarlo. No se alcanza este último objetivo, pero a través del único representante del Partido en la Asamblea Nacional, este se convierte en importante y más visible vehículo de canalización de la opinión pública para el rechazo en 1967 de los Tratados Johnson-Robles”. Federico Britton dice que el Partido Socialista de Demetrio Porras, fue heredado por Carlos Iván Zúñiga quien (conforme a una reseña de la Asamblea Legislativa) fue Diputado electo por Chiriquí por el Partido Socialista (1964-68). Se destacó en su oposición a los llamados Tratados 3 en 1 durante la administración del presidente Marcos Robles. Zúñiga representó al Partido Socialista hasta su extinción.
Como anticipamos ya a finales de la década de los años 50 y durante toda la década del sesenta, se experimentó un viraje en la militancia de no pocos jóvenes socialistas panameños. Pudiera decirse que la principal variante es que los grupos se plantean y deciden actuar en pos de la toma del poder estatal, por la vía de las armas. Es lo que algunos han llamado el nacimiento de la “izquierda revolucionaria” en Panamá. Lo veremos.