Si algo bueno tiene Panamá es que no contamos con un historial extenso de sismos de gran magnitud, a diferencia de países como México, Chile o Japón (sólo por nombrar algunos). Esto ha llevado a que muchos panameños vivan con la idea de que estamos inmunes a los terremotos, creencia que es más que errónea si se toma en cuenta que el istmo panameño está rodeado por cuatro grandes placas tectónicas oceánicas (Placa de Cocos, Placa del Caribe, Placa Sudamericana y Placa de Nazca).
A diferencia de lo que algunas personas creen, la historia de las corridas de toros en Panamá no inició en el siglo XX, sino que viene desde la época de la colonización española. Incluso hay registros que muestran que en la plaza de la antigua Ciudad de Panamá (lo que hoy es Panamá la Vieja se efectuaban corridas)
Respecto a porque estos buses se les decía “chiva”, en los primeros años que empezaba el servicio de este medio de transporte, habían un grupo de choferes hindúes que colocaban una pequeña imagen de la diosa Shiva en el panel situado justo enfrente del timón. Los pasajeros curiosos preguntaban que era esa imagen, a lo que los conductores contestaban “Shiva”. Esto llevó a que la palabra se popularizara tanto al punto que no pasó mucho tiempo para que a los minibuses se les llamaran chivas.
Apenas que los españoles pisaron suelo istmeño por primera vez en 1501, Panamá quedó marcada para ser la ruta de tránsito principal para ir de un océano a otro. En 1519, los españoles empezaron a construir una ruta para comunicar el norte con el sur, que es lo que se conoció como Camino Real y luego como Camino de Cruces.
El puente más antiguo y conocido de todo Panamá está construido en el sitio donde partía el antiguo ferry, que por muchos años fue la vía de comunicación entre la Ciudad de Panamá y el resto del país. La idea de edificar un puente surgió en el año 1923, y en 1940 se mencionó la importancia de contar con una vía que uniera las riveras este y oeste del Canal de Panamá.