Cubierto por una delgada plancha metálica, el acceso a la cripta de la Iglesia San José, situada a un costado del famoso Altar de Oro, se encuentra fuera del alcance de las miradas curiosas de las decenas de turistas que diariamente visitan ese templo colonial. Debajo de ella unas escaleras conducen a un estrecho pasadizo cuyas paredes están cubiertas por inscripciones lapidarias.
Desde su juventud Erika Podest encontró la plenitud en la alturas. Es por ello que durante su adolescencia se hizo piloto y se interesó en la fotografía aérea. Es por ello que actualmente trabaja en la NASA, donde ha continuado su idilio con la altitud observando a través de los satélites que giran alrededor de la Tierra.